Las altas temperaturas y la sequía han adelantado la presencia de la procesionaria en los parques y bosques de La Rioja. Sus larvas se apiñan durante el invierno en los bolsones que penden de los árboles para aislarse de las bajas temperaturas. Según se va acercando el buen tiempo, es normal verlas bajar de las copas para realizar su metamorfosis. Cada año más temprano, algunas ya se pueden ver en las ciudades de la región.
Como era de esperar tras las elevadas temperaturas del pasado mes de enero, este lepidóptero que abunda en los pinos pero que también se encuentra en los cedros ha adelantado su marcha anual algo que pone en alerta a los vecinos ya que sus pelos tienen propiedades tóxicas y urticantes y las convierten en un riesgo a vigilar en los paseos por el campo, sobre todo, si vamos con niños o perros.
Controlar a esta oruga se ha convertido en una actividad anual para muchos ayuntamientos. Para ello se utilizan medios físicos, químicos y biológicos. En Logroño están optando por los medios físicos. “Estos días estamos retirando todos los nidos en el parque de San Miguel y en el de los Enamorados que es donde más pinos existen”, explica el concejal de Medio Ambiente, Jesús López. “Allí donde tenemos constancia de que existen nidos intentamos retirarlos”.
Para ello, la empresa que se encarga de tratar con las plagas en Logroño utiliza incluso pértigas para llegar a las zonas más altas de los árboles. “En los colegios en los que hay este tipo de árboles lo que hacemos es colocar unas anillas para que las orugas caigan y se queden atrapadas”, añade.
Una de las técnicas más utilizadas en España es la aplicación de una inyección en el tronco del pino que permite la administración vía intravascular de esta sustancia para las procesionarias. Es la que utilizan desde hace años en Calahorra.
Marian Subero es la técnica de Medio Ambiente del Ayuntamiento calagurritano. Ella explica el porqué de este adelanto en el descenso de los árboles de estas orugas. “Las temperaturas calurosas y la sequía de este enero han hecho que la procesionaria aparezca antes que otros años entre los pinos y cedros”.
En Calahorra se hacen tratamientos desde hace años de endoterapia en pinos y cedros, especialmente en la zona del B5, en el Mercadal, en la Era Alta, frente a La Planilla en la zona del cementerio. “Es un tratamiento por el que se le inyecta al árbol una sustancia para que muera al comer del árbol que está funcionando muy bien en el cien por cien de los pinos y cedros de la ciudad”. No mueren todas, pero la reducción de estos animales es muy considerable.
