La Rioja

Fal deberá esperar al informe sobre el amianto para comenzar la demolición

Aunque ya hace varios días que la empresa Fal obtuvo del Ayuntamiento de Arnedo el permiso para comenzar con las obras de demolición de la nave que fue pasto de las llamas el pasado 1 de diciembre, desde el Servicio de Salud Laboral, se ha considerado que la firma riojana tendrá que esperar a recibir el informe con las mediciones de amianto para comenzar con los trabajos.

Y es que, a pesar de que la idea inicial era comenzar con las naves que no contenían fibrocemento, desde la Administración regional se ha creído pertinente indicar a Fal y a la empresa contratada para realizar los trabajos que “si bien las placas de fibrocemento de dos cubiertas estaban en principio clasificadas como material no friable”, tras el incendio acaecido el pasado mes de diciembre y debido a las elevadas temperaturas alcanzadas, “su estado de conservación muestra un deterioro visible, así como su degradación a lo largo del tiempo”. Es por ello por lo que las placas han sufrido “tal deterioro que ha aumentado su friabilidad, aumentando también por ello su capacidad de liberar fibras al aire, con el consiguiente incremento del nivel de riesgo potencial asociado al amianto como agente cancerígeno”.

Teniendo en cuenta lo anterior, así como la proximidad de las naves con cubierta de fibrocemento respecto de las otras dos naves sobre las que también se va a realizar la demolición, el Servicio de Salud Laboral considera que “es muy probable que estas últimas estén también contaminadas con fibras de amianto, debiendo tratarse sus materiales como materiales con amianto (mientras no se pueda comprobar que no lo contienen)”.

De esta manera, el informe inicial redactado explica que “las labores de demolición deberán ser realizadas por una empresa registrada en RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto) y tras la aprobación del plan de retirada de amianto correspondiente, lo que implicará realizar una demolición total teniendo en cuenta la existencia de fibras dispersas de amianto en las cuatro naves”.

El objetivo de esta medida es evitar exposiciones accidentales de los trabajadores a fibras de amianto (manipulaciones incorrectas de materiales contaminados con fibras de amianto o trabajos en su proximidad sin las medidas necesarias), así como la incorrecta gestión de los residuos generados. Todo ello según lo especificado en el Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto.

El Servicio de Salud Laboral está, en estos momentos, a la espera de recibir los resultados de dichas las mediciones y, una vez hecho, la Administración lo tramitará en cuestión de días, informando y pasando el plan a Inspección de Trabajo para que autorice la demolición.

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