Salud

‘Galeno’: El aliado vital de las Emergencias Sanitarias de La Rioja

Un evacuado en Valdezcaray el día de estreno de las pistas, un joven en Soto, un niño de cuatro años en Calahorra, un trabajador en Canales… Un destello de esperanza ha transformado desde hace medio año la respuesta de las emergencias médicas de la región. Galeno, el helicóptero de urgencias sanitarias, ha surgido como un valiente aliado, acortando distancias y llevando consigo un susurro de esperanza en momentos críticos. Desde hace casi seis meses que empezó a ser operativo ya ha tomado el control el 29 situaciones en las que el tiempo de reacción ha sido clave para salvar vidas.

Y es que ‘Galeno’ no es sólo un vehículo aéreo; es un hilo de tiempo que se teje con velocidad y dedicación entre las emergencias que surgen en la región y los centros hospitalarios. Su día a día comienza cada mañana con un estudio pormenorizado de las condiciones meteorológicas de la jornada para controlar de antemano a qué lugares va a poder acudir para trasladar al personal sanitario allá donde se le requiere. “Se mira en qué momentos del día y en qué zonas vamos a poder ser operativos”, comenta Ignacio Ruiz Azpiazu, coordinador de Equipos del Servicio de Emergencias Sanitarias (061).

‘Galeno’ solo puede desplegar sus alas durante el día, además las nieblas matinales o los fuertes vientos limitan sus actuaciones. A pesar de estas restricciones, su capacidad para acortar tiempos en momentos vitales y liberar otros recursos para situaciones de emergencia es destacable. La planificación cuidadosa, la evaluación de protocolos y la experiencia de los pilotos contribuyen a maximizar su eficacia. “Ahora en invierno contamos con poco más de ocho horas de luz para poder salir al cielo y en verano se hacen turnos de doce horas porque tenemos más horas de operatividad”.

Mediante mapeo, los pilotos ya tienen marcados en rojo los lugares en La Rioja donde podrían aterrizar. “Necesita unos 17 metros de diámetro para poder hacerlo por eso es posible en cualquier carretera de dimensiones amplias pero es verdad que la afición riojana por el fútbol nos vienen bien porque hay muchos campos que nos permiten hacerlo”. De no ser así, una vega de un río sin agua o incluso una campa o un descampado ofrecen las condiciones posibles para poder hacerlo.

Atravesando el cielo a una media de 200 kilómetros por hora, se convierte en el mensajero de la prisa para salvar vidas. Esto resulta crucial en situaciones críticas, como ictus, infartos o traumatismos, donde la rapidez puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. “Esas tres situaciones son las que más nos estamos encontrando en estos seis primeros meses”. La posibilidad de llegar de forma más rápida, especialmente en áreas montañosas como la sierra o los Cameros, es otro de los factores clave para su despliegue. “El otro día en Valdezcaray su actuación fue determinante porque en sólo 20 minutos el paciente estaba en el hospital cuando la reacción por carretera hubiese sido casi de hora y media dependiendo de las condiciones del tráfico“.

Además cuando hay que atender al paciente, la situación en mucho más sencilla dentro de ‘Galeno’. “Hay que tener en cuenta que por aire evitamos curvas, frenazos y acelerones más allá del despegue y el aterrizaje y eso permite la posibilidad de un visje mucho más tranquilo tanto para el paciente como para el personal médico”.

En el corazón de esta iniciativa, ‘Galeno’ se fusiona de manera brillante con el SERIS. Es la empresa del helicóptero la que aporta pilotos y copilotos de notable experiencia, y el Servicio de Salud Riojano proporciona el personal médico y de enfermería. Esta sinfonía de colaboración crea una red de cuidado que envuelve a toda La Rioja. “El protocolo es que salga a aquellas emergencias a las que derivaríamos una UVI móvil y en las que la reducción de tiempos va a ser determinante, por ejemplo el traslado que se llevó a cabo de un menor de 4 años de Calahorra a Zaragoza hubiese costado más de tres horas entre ir y volver a la capital maña mientras que ‘Galeno’ había hecho en una el viaje de ida y vuelta”.

Eso además significa optimizar los recursos en tierra. “Nos permite seguir teniendo las UVI en La Rioja para seguir actuando en posibles emergencias que puedan surgir”, comenta Ruiz Azpizu convencido de que ‘Galeno’ irá incrementando con el paso del tiempo sus intervenciones.

Los números cuentan historias de vidas tocadas por la gracia del helicóptero sanitario. Un total de 41 solicitudes de las que se han podido ejecutar 29 – (el resto fueron denegadas por condiciones meteorológicas o que se echaba la noche encima)-, 16 han sido traslados primarios en los que se atendió al paciente en el lugar de los hechos o se le trasladó al Hospital San Pedro y 13 han sido traslados a otros hospitales que cuentan con especialidades que no hay en La Rioja. Vitoria, Pamplona, Zaragoza, Santander… incluso Madrid.

La idea del SERIS es seguir trabajando en la implantación, cada vez más normalizada de ‘Galeno’. “Antes que viniese un helicóptero a trasladar a una persona -(se contaba con la colaboración del Ejército)- se veía como algo extraordinario, ahora con ‘Galeno’ se va normalizando este recurso que cada vez tenemos que ir utilizando más”.

Porque ‘Galeno’ ha demostrado ser un recurso invaluable para La Rioja, destacando su eficiencia en el transporte rápido de pacientes en situaciones críticas. La adaptación continua, la ampliación de protocolos y el aprendizaje de las situaciones óptimas para su despliegue son pasos esenciales para maximizar su impacto en el futuro. Con cada servicio, cada vuelo, la comunidad aprende a confiar en sus alas. A medida que ‘Galeno’ se adentra en más situaciones, la promesa es que, con cabeza pero sin límites, seguirá siendo el vuelo que salva vidas en La Rioja.

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