Marius lleva días intentando volver a La Rioja desde Francia. De momento es misión imposible. Las protestas de los agricultores galos están complicando cada vez más la situación en las carreteras del país vecino. Este jueves se comenzó a advertir que se evitaran los viajes por la región, pero a algunos el follón les había pillado ya dentro, como a él.
“Esto es increíble, llevamos para volver a casa desde el miércoles”, explica desde la zona de Narbona. “Nos quedan algo así como 80 kilómetros para pasar la frontera, pero creemos que hoy va a ser imposible”. Desde el jueves sólo ha podido hacer los poco más de cien kilómetros que hay entre Montpellier y Narbona, todo por carreteras nacionales y departamentales (regionales). “Todas las entradas y salidas a las autopistas están cortadas por los gendarmes, y las carreteras están bloqueadas por la cantidad de camiones que estamos utilizando las mismas carreteras”. Es cuestión de una paciencia que se empieza a agotar. “Si no te cortan en un sitio, te cortan en otro”.
Él se encontró con las movilizaciones volviendo hacia España. “El martes estaba todo más o menos normal. El miércoles comenzó a complicarse y este jueves ya no había forma. Estamos buscando soluciones, pero es que es imposible”.
Javier va en sentido contrario y está en la otra zona de Francia en dirección a Lyon. “Salimos el martes por la mañana y ya desde Bayona empezamos a ver que había problemas”, recuerda. La jornada de miércoles adelantaron, su compañero y él, terreno por carreteras comarcales, pero ya el jueves fue imposible. “Ahora mismo estamos en una nacional en la que no puedes moverte ni para atrás ni para adelante”.
Los gendarmes se han encargado de aglutinarlos a todos en el mismo lugar. “Hay gente que lo está intentando por carreteras muy estrechas en las que no nos está permitido el paso, pero es que o caes aquí o caes a cuatro kilómetros”, explica desde su camión. “Francia ahora mismo es una auténtica ratonera”.
“Nos han dicho que la cosa va a seguir así hasta el miércoles, pero hablamos con los piquetes y ellos tampoco tienen mucha información”. Está siendo testigo de primera mano de las movilizaciones y de la quema de neumáticos y fajos de paja. “Te lo hacen en mitad de una rotonda y así te cortan los cuatro accesos”. Además es consciente de que ya se han producido los primeros accidentes. “Muchos camioneros están optando por carreteras en las que los camiones no tenemos acceso porque son muy estrechas”.
A todo esto se suma que al estar viajando por carreteras comarcales encuentran pocas posibilidades de encontrar lugares en los que descansar o poder comer algo caliente. “Ayer tuvimos que dejar los camiones y buscar andando un sitio en el que poder comprar algo de pan”. La situación no parece tener una fácil solución y “va a llegar un momento en el que no vamos a poder comer porque nos están mandando por carreteras perdidas en las que no encuentras pueblos con los servicios necesarios. Están empeñados en paralizar el país y lo van a conseguir”.
