El servicio de Urgencias del Hospital San Pedro de Logroño atendió este domingo a 314 personas, de las que 32 quedaron ingresadas, lo que supuso casi la mitad de las 70 hospitalizaciones registradas el viernes 19 de enero.
El portavoz del Ejecutivo riojano, Alfonso Domínguez, ha facilitado estos datos este lunes, durante la rueda informativa posterior al Consejo de Gobierno. Ha constatado que se está reduciendo la presión hospitalaria incrementada durante las pasadas semanas debido a una mayor incidencia de enfermedades respiratorias, especialmente gripe.
Por ello, Domínguez ha precisado que la situación se encuentra “estable y se ha registrado una ligera bajada” en las atenciones hospitalarias, ya que el pasado viernes hubo 344 (30 más que el domingo).
Sobre la eliminación de la obligación de utilizar mascarillas en los centros sanitarios, ha apuntado que “es una decisión que se debe tomar conjuntamente junto al resto de comunidades autónomas y en función de lo que recomienden los técnicos”.
Según datos facilitados a EFE por la Consejería de Salud, las plantas duplicadas (con habitaciones con ocupación doble) en el Hospital San Pedro continúan igual que el viernes, en la 7, 6, 5, 4 y la Unidad de Corta Estancia (UCE). Estas actuaciones se ciñen a “lo previsto en el Plan de Contingencia para garantizar la mejor asistencia a la población”, ha agregado Salud.
Joseba Rodríguez, presidente en La Rioja de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), ha dicho a EFE que, a pesar de duplicar habitaciones en San Pedro, “no ha sido suficiente y se han registrado demoras y retrasos en los ingresos”.
Además, ha agregado, la falta de personal provoca que el tiempo de atención de los pacientes sea “mayor” y, después, se necesitan profesionales para atender a los ingresados. En este sentido ha citado la unidad de prehospitalización, que es atendida por profesionales que se encargan de otros medios, porque no la han dotado del personal adecuado.
Esta situación se ha originado en varias unidades debido a los profesionales “fugados”, que, según ha explicado, son los médicos que se marchan a las comunidades limítrofes por contar con mejores condiciones económicas y laborales.
Rodríguez, médico de Urgencias en el Hospital de Calahorra, ha detallado que este centro sanitario se encuentra al 85 por ciento de ocupación, pero tiene “un buen drenaje”, a pesar que actualmente faltan cinco médicos. “El servicio está infradimensionado, la falta de efectivos está afectando a nuestra vida personal y familiar. Esto es el preludio de la fuga de los médicos”, ha opinado.
Respecto a la retirada de la obligatoriedad de la mascarilla en centros sanitarios, ha abogado por el “sentido común” y seguir utilizándola en aquellos casos en los que haya mayor riesgo de contagio.
