Salud

Médicos sin MIR: una excepción que podría convertirse en regla

Las comunidades autónomas se enfrentan desde hace años a la falta de médicos. Se estima que en La Rioja faltarían entre 25 y 30 profesionales para cubrir las necesidades sanitarias de la región. La situación es especialmente preocupante en Atención Primaria, donde se intenta cubrir esta demanda con medidas de todo tipo.

La Rioja ha optado por poner encima de la mesa la posibilidad de jubilación a los 72 años y en otras comunidades, la de contratar a médicos sin el MIR para cubrir cupos. Ya lo hacen Castilla y León y la Comunidad Valenciana y no descartan hacerlo, aunque de forma excepcional, Murcia o Navarra.

En La Rioja hay médicos sin MIR ejerciendo, pero ninguno de ellos tiene un cupo de pacientes asignado. Se adoptó esta medida en el momento más crítico del sector en el último siglo, durante la pandemia del COVID. La principal función de estos médicos fue entonces trabajar en la UCA (Unidad de Cribado Avanzado) para realizar triajes telefónicos. Pasados los años, en la región siguen trabajando 17 médicos sin MIR, de los que once además hacen guardias en el CARPA y en determinados centros de salud, donde actúan como personal de refuerzo. Todos ellos están contratados como Técnicos Titulados Superiores de la Rama Sanitaria.

“Siempre que hacen una guardia están acompañados de médicos adjuntos”, explica Begoña Ganuza, gerente de Atención Primaria, quien asegura que ninguno de ellos tiene cupo de pacientes, como sucede en otras comunidades. “Estamos en ese aspecto mucho mejor que otras regiones”. En esto coincide Inmaculada Martínez, presidenta del Colegio Oficial de Médicos de La Rioja, si bien recalca que “no es una situación ideal porque no es más que un parche ante una situación de falta de relevo generacional que venimos advirtiéndole a la Administración desde hace años”.

Estos médicos, todos extracomunitarios, tienen en su mayoría una importante experiencia en sus países de origen, pero no pueden ejercer como médicos en España sin poseer el MIR (formación como especialista), que también es obligatorio para los médicos de familia. “Lo ideal sería que su trabajo se centrase en quitar peso en la burocracia de los centros de salud, aunque sabemos que están tutelados y que su porcentaje es ínfimo en relación a otras comunidades”, afirma Martínez, para quien lo ideal es “hacer un pacto por la salud en toda España y buscar soluciones a medio y largo plazo ante la falta de médicos, ya que sabemos que a corto plazo es complicado”. “Lo que hay que conseguir es que la especialidad de médico de familia sea más visible y atractiva para los nuevos médicos”, añade.

Gamuza, por su parte, insiste en que “la situación es la misma que nos encontramos cuando llegó la actual Gerencia – tras el cambio de Gobierno- y nosotros hemos optado por la formación de todos ellos. Además les hemos pedido un compromiso expreso para que se presenten a las próximas convocatorias de MIR; de hecho, algunos de ellos se presentarán a la del próximo sábado y el resto no lo hacen porque no les ha dado tiempo”.

Además, asegura que, mientras tanto, “se está realizando una formación constante con ellos, que participan una vez al mes en formaciones con el 061 y varias veces en la formación continuada de Atención Primaria”, mientras que “las guardias sólo las hacen en momentos muy puntuales y su trabajo diario nos viene bien para desburocratizar los centros de salud”.

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