La oliva riojana ya está a cobijo de estos fríos de enero tras una recolección que se ha prolongado en el tiempo y que, como estaba previsto, no ha dejado grandes producciones. Los resultados finales, aún así, son más cuantiosos que los esperados y que los obtenidos en la campaña de 2022, cuando rondaron los 2,5 millones de kilos de aceituna. A falta del recuento oficial previsto para finales de este mes por parte de la Denominación de Origen Protegida Aceite de La Rioja, los aceites que deja el 2023 cumplen una vez más con los estándares de calidad y prueba de ello son algunas marcas que ya han salido a la venta ante la falta de stock en los mercados.
El Trujal 5 Valles concluyó su cosecha el pasado 22 de diciembre despidiendo así una campaña corta, pero que dejó un 10 por ciento más de olivas que el año anterior. Aunque sus previsiones estaban a la baja, el olivar superintensivo ha sido el gran responsable de la producción recogida ya que casi el 85 por ciento de la aceituna de esta almazara de Arnedo proviene de las fincas con regadío.
“El superintensivo ha dado más de lo esperado, pero en cambio el secano ha sido un desastre, apenas se ha cogido nada porque llevamos ya dos años de sequía y los árboles, aunque sean fuertes, lo acaban notando. Así que si este año tampoco llueve mucho estaremos ante otro año clave para la supervivencia de estos árboles”, asegura Sara Pérez, del Trujal Valles.
Ya tantean la próxima semana como fecha para lanzar al mercado sus nuevos aceites una vez concluyan los análisis del laboratorio. Y tienen prisa por hacerlo porque desde hace ya quince días están sin existencias. “En casi dos décadas nunca se había visto una situación igual en la almazara”, asegura, al tiempo que garantiza aceite para cubrir la demanda de sus clientes. “Es cierto que a nivel de La Rioja ha habido más aceituna de la esperada, pero a nivel nacional hay bastante menos aceite, por lo que el precio sigue al alza”. Pérez confía en que esas subidas no se reflejen en la región, donde actualmente el precio medio ronda los 9 euros el litro (5 Valles comercializa la garrafa de cinco litros, la más económica, a 43 euros). “Creo que aquí el aceite ha tocado techo, pero todo dependerá del consumo porque también puede ser que se resienta ante los precios actuales”.
La Almazara Riojana le lleva la delantera y es que desde finales de noviembre o principios de diciembre está comercializando sus aceites de 2023. Su campaña comenzó el 12 de octubre y terminó a mediados de diciembre, por lo que para comienzos del mes pasado ya contaban con aceites precipitados y filtrados listos ya para su venta. Aunque esto tampoco es algo excepcional para el trujal de Aldeanueva de Ebro ya que es costumbre salir al mercado a final de año. Lo que no les había pasado otros años es quedarse sin aceite en agosto, “cuando se produjo una especie de psicosis por la falta de producto”. Una situación, asegura Javier Allo, “generalizada en las almazaras a nivel nacional”.
El responsable de esta almazara recuerda que las lluvias de octubre hincharon la oliva provocando que se redujera la cantidad de aceite, así que aunque se han recogido más olivas los rendimientos de estas no han evolucionado igual: “Este año hemos rondado los 1,3 millones de kilos de aceituna, que es casi un 30 por ciento más que el año pasado y que corresponde con lo que suele ser una campaña habitual, pero las mejores olivas han entrado en diciembre, con la llegada del frío y el viento que deshidrataron el fruto aumentando así su rendimiento. Nosotros, por suerte, no hemos tenido rendimientos tan bajos porque calculamos el momento óptimo de recolección haciendo un seguimiento de la oliva para lograr así que los costes estén lo más equilibrados posible”.
Es esa diferencia la que está dejando mercados desabastecidos y precios desorbitados porque se encarece más la elaboración ya que para un litro de aceite se requieren más aceitunas. Así, el año nuevo también ha traído nuevas incertidumbres al sector olivarero, o mejor dicho, más incertidumbres. Con unos precios tan elevados, Allo es uno de los productores que teme que el consumo de aceite de oliva virgen extra se retraiga.
“Nos están llegando unas informaciones sobre aceites a 15 euros el litro, mientras que nosotros lo vendemos a 10 euros y confiamos en no tener que subirlo más. También hablan de que en diciembre el consumo había caído un 27 por ciento, pero en esas fechas el precio se había incrementado un 10 por ciento. Es algo ilógico para el mercado porque en diciembre, con la cosecha generalizada, no deberían darse esos precios. Este año el aceite que hay no va a dar para cubrir toda la demanda, pero tampoco sabemos cómo va a responder el consumidor porque tal vez no es capaz de soportar estaos encarecimientos”, teme Allo.
