Gastronomía

Parada y Fonda: ‘La barra del momento’

‘La última y nos vamos’. Un neón recibe al visitante que busca precisamente eso: la última antes de irse a casa. Y ha sido, sin duda, una de las barras más solicitadas durante esta pasada Navidad. En pleno corazón de Logroño, en la tan maltratada calle Portales, sí hay espacio para bares que realmente merezcan la pena porque presentan una propuesta, en este caso, distinta y única, donde la calidad y el precio pueden establecer una relación sincera.

La Difunta es un restaurante mexicano ubicado en la calle Portales de Logroño. Pero es también una de esas barras que se debe visitar cuando el cuerpo gozoso del logroñés medio pide algo distinto. Y algo distinto, divertido, y bien hecho se encuentra en la que es una de las barras del momento, la que ahora mismo quieren visitar parejas, amigos, amigas… por razones evidentes.

Es un lugar cómodo, agradable, donde lo que se sirve está bien preparado y en donde los ‘barmans’ realizan habitualmente un buen trabajo en la elaboración de tragos exóticos que convierten una noche cualquiera en un escenario reseñable. Por un lado está el restaurante, por otro esa barra alta, con taburetes altos, donde la rotación se acelera y la coctelería mexicana se presenta con el nivel que requiere la ubicación que ocupa en el centro de Logroño.

Se puede picar algo, claro. Se puede acompañar con un taco, por ejemplo, pero las cuadrillas riojanas ya van sabiendo que lo mejor es pasar de un trago a otro para disfrutar de sabores poco habituales. Como con la spicy margarita, que va con tequila, licor de naranja, jugo de lima, sirope, un toque de picante y glaseado de sal. Siempre, todos los cócteles, preparados al momento, con profesionales de la barra, por tanto de esos que están ahí pero que apenas se les ve y escucha.

En La Difunta se puede beber el paloma, o el agua ranchera, el charro negro, la mezcalita y por supuesto el habitual mojito. Son los tragos más largos, como el tequila sunrise, el pisco sour, o el oaxaca mule, o la mula de moscú. Y es aconsejable probar la famosa michelada de esta casa, que es un jugo de tomate picantón mezclado con cerveza y coronado todo por un glaseado de tajín que recubre el borde de la jarra. Así es la michelada, y también está la chelada que es similar a una cerveza con limón pero con un chispazo mexicano.

Y para los amantes de las cervezas de importación, las chelas de esta casa van desde la Corona hasta la Negra Modelo pasando por la Pacífico y la Modelo.

Y para los amantes de los destilados, La Difunta presenta una amplísima carta de tequilas mexicanos de todos los precios, desde los más económicos hasta los más premium, dependiendo de lo educado que esté el paladar del cliente.

Subir