Salud

Sanidad recomienda la mascarilla en residencias solo a personas con síntomas

El Ministerio de Sanidad propone recuperar la mascarilla obligatoria en centros sanitarios, salvo cuando la interacción verbal y/o gestual sea importante con el paciente, pero en las residencias solo las recomienda por el “bienestar emocional” de los mayores para personas con síntomas.

Así consta en el documento que la ministra de Sanidad, Mónica García, ha trasladado en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), al que ha tenido acceso EFE, que contempla también otra serie de medidas como las autobajas responsables o el fomento de la vacunación para mitigar el impacto de la expansión de las infecciones respiratorias.

Según justifica el texto, sobre el que las comunidades podrán presentar alegaciones en las próximas 48 horas, la onda epidémica actual de la gripe, que coincide con la de otros virus respiratorios como el sincitial (VRS) o la covid-19, es de una intensidad superior a la de temporadas previas y se espera que siga avanzando algunas semanas más.

Aunque por ahora la gravedad es similar a la de temporadas previas, debido a la “intensa circulación”, el impacto en la salud de la población “puede ser alto”, y por eso, y para evitar la sobrecarga en el sistema asistencial, plantea una serie de medidas.

Mascarilla

“La utilización de la mascarilla es una herramienta fundamental en el control de la transmisión” y su uso por parte de la persona enferma “reduce la emisión de secreciones al respirar, hablar, gritar, toser o estornudar. Además, constituye una barrera física para el receptor”, sostiene. Así, plantea: uso universal en centros sanitarios asistenciales (hospitales y atención primaria) para reducir la transmisión y proteger a las personas con riesgo de complicaciones asociadas a infección que acuden a estos centros o se encuentran hospitalizadas, además de proteger la salud de los trabajadores sanitarios.

Este uso universal podrá excusarse en aquellos ámbitos donde exista interacción verbal y/o gestual que sea importante en el abordaje o trato con el paciente.
Recomendaciones generales para la población: utilización de mascarilla ante la presencia de síntomas de infección respiratoria.

“Es importante mantener la cultura de responsabilidad adquirida en los últimos años -recalca-, y continuar alentando a la población a utilizar mascarillas y reducir el número de interacciones sociales ante la presencia de síntomas”. Recomendaciones en centros residenciales de personas vulnerables, como mayores o personas con discapacidad.

En ellos se desaconseja el uso universal de las mascarillas para cuidar el bienestar de los mayores tanto a nivel físico como emocional, pero “se considera necesario tomar precauciones adicionales” para protegerles y evitar brotes, especialmente en situaciones de alta circulación de virus respiratorios como la actual.

Así, y en virtud de lo aprobado por la Comisión de Salud Pública en julio, “se debe asegurar la provisión y uso de mascarillas para el personal que atiende a personas con síntomas compatibles con infección respiratoria aguda y para las personas que presenten síntomas”.

Tras escuchar a algunas comunidades, también se ha recogido la recomendación de la mascarilla en farmacias, que no estaba en el documento inicial.
Avanzar en la simplificación de los procedimientos de incapacidad temporal

Dado que la obtención de la incapacidad temporal (IT) es, con frecuencia, “el único motivo por el que una persona con un cuadro respiratorio de carácter leve necesita, de forma ineludible, acudir a un centro sanitario”, apremia a reducir esta burocracia como ya se hizo bajo la pandemia del covid.

Sanidad propone que cada uno de los niveles institucionales implicados trabaje, “en el ejercicio de su marco competencial y en colaboración con los organismos que sea preciso”, para simplificar los procedimientos, de forma que se garantice la posibilidad de los trabajadores de acceder “al reposo laboral” por condición de enfermedad leve de corta duración y se alivie la presión asistencial. Medidas que se deben desarrollar “sin impactar negativamente en ningún otro organismo gestor”.

Contar con planes de contingencia en los servicios asistenciales

Para afrontar el incremento de la presión asistencial, invita a implementar planes de contingencia que incluyan el refuerzo de recursos humanos y materiales, la reorganización de servicios y “si es necesario”, criterios de priorización para el aplazamiento de intervenciones, pruebas o consultas de carácter no urgente.

Además, los servicios de salud deberán recomendar a la población general sin patologías de base que “no acudan a los centros sanitarios con síntomas respiratorios leves”.

Estos planes deberán dar prioridad al drenaje de pacientes desde los servicios de urgencias, priorizando los ingresos en planta desde los mismos, reforzando las unidades de hospitalización domiciliaria y monitorizando su actividad para valorar cuándo implementar las diferentes medidas de gestión necesarias.

Incrementar las tasas de vacunación

“Dada la situación epidemiológica actual y el hecho de que es previsible que sigamos durante unas semanas en cifras elevadas de circulación del virus de la gripe, debería intensificarse los esfuerzos de vacunación, realizando llamamientos especiales o flexibilizando las vías de acceso” de la población diana para tratar de alcanzar cifras equiparables a los dos últimos años.

Tras dos años de altas tasas por el tirón de la vacunación de la covid, la de la gripe presenta una cobertura media es del 63,2 %, según el gripómetro que elabora Sanofi Pasteur.

La caída de la de la covid ha sido aún más acusada, de hasta 12,2 puntos porcentuales en los mayores de 60 y de 11,2 en los de más de 80. En el personal sanitario es aún peor, al pasar del 31,3 % al 13 %.

Fomentar las medidas higiénicas y asegurar una adecuada ventilación de interiores

Medidas higiénicas como la etiqueta respiratoria (al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado, usar pañuelos desechables y tirarlos tras su uso, evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca) o lavado de manos siguen siendo fundamentales, recuerda Sanidad.

Junto a ello, se debe garantizar una correcta ventilación de espacios interiores, para lo que las comunidades emitirán unas recomendaciones de ventilación de entornos laborales y educativos, así como protocolos de ventilación de centros públicos.

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