La Rioja no tiene costa, pero va camino -si no lo es ya- de convertirse en una isla en el ámbito de las infraestructuras. La llegada de la alta velocidad ferroviaria sigue contando con más promesas que traviesas, el aeropuerto de Agoncillo no despega y las máquinas siguen picando piedra para dar forma a la Ronda Sur de Logroño.
Como viene siendo habitual, el capítulo de infraestructuras ha deparado pocas alegrías a los riojanos a lo largo del año: si acaso las inauguraciones de edificios que acumulaban años con las grúas formando parte de su paisaje.
El Sagasta recupera su brillo
FOTO: EFE/Raquel Manzanares.
Tras seis largos años de obras, el buque insignia de la educación secundaria en La Rioja volvió a abrir sus puertas a principios de febrero. El IES Sagasta se adaptó a las necesidades educativas del siglo XXI tras una inversión de casi 23 millones de euros, con un sobrecoste sobre el proyecto inicial de 1,3 millones para modificar el proyecto tras el hallazgo de una muralla carlista en las instalaciones.
Los autobuses, de mudanza
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
A las puertas de las fiestas de San Mateo, Logroño vio por fin abrirse las puertas de la nueva estación de autobuses de Cascajos, uno de los escasos proyectos faraónicos de obra pública en la comunidad durante las últimas décadas, por el que pasarán cada año 1,6 millones de pasajeros.
Los primeros vehículos ocuparon las dársenas de la nueva instalación desde la medianoche del 12 de septiembre, aunque la inauguración oficial se produjo casi un mes más tarde: el 6 de octubre.
La futura cuna de médicos
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
La creación de una Facultad de Medicina en la Universidad de La Rioja fue una de las principales promesas de Gonzalo Capellán durante la campaña electoral. En septiembre se desveló una de las grandes incógnitas en torno al proyecto: su ubicación.
El aparcamiento del CIBIR será finalmente el emplazamiento del futuro centro, en virtud al acuerdo alcanzado entre el Gobierno regional, la UR y el Ayuntamiento de la capital riojana.
La variante de la discordia
Pues otro año que se nos va sin que la alta velocidad ferroviaria se atisbe desde La Rioja en el horizonte más cercano. En los últimos doce meses hemos asistido a otro de esos anuncios que prometen acercar a la región los trenes del siglo XXI: la tan traída variante de Rincón de Soto.
Un proyecto marcado por la discrepancia: Adif licitó las obras para llevar el nuevo trazado ferroviario al norte del municipio y el Gobierno regional ha pedido su paralización para que las vías rodeen Rincón por el sur.
Dudas al otro lado de las vías
Los trámites administrativos para las conexiones ferroviarias avanzan al mismo ritmo lento y tedioso que los trenes que circulan por La Rioja. Mientras se agria el debate acerca de la variante de Rincón de Soto, el Estado anda dándole vueltas a cómo conectar la región con la alta velocidad a través de Miranda de Ebro.
Por aquello de ser precisos, el Ministerio destinó en junio medio millón de euros a redactar un estudio sobre la viabilidad técnica, económica y medioambiental de mejorar el trazado entre ambas localidades. Los resultados del informe no se conocerán hasta la primavera de 2025.
Fuera de plazo
Si los plazos avanzan a paso de tortuga sobre las vías del tren, en el asfalto tampoco se supera la velocidad de la luz. Las obras de la Ronda Sur ya se centran en los accesos a Logroño, pero tampoco en 2024 veremos cortar la cinta de la nueva vía.
Aunque inicialmente se fijó este año como plazo límite y posteriormente se amplío otro ejercicio más, los trabajos se encuentran a la mitad de su ejecución y la Delegación del Gobierno confía en que los coches circulen por la ronda en septiembre de 2025. Paciencia.
La Rioja-Bilbao-el mundo
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Mientras el transporte ferroviario de pasajeros sigue estancado en La Rioja, el de mercancías recibió un impulso a finales de octubre, con la entrada en servicio de la conexión del Centro Logístico Intermodal de La Rioja (CLIR) de Agoncillo con el puerto de Bilbao para, desde allí, exportar los productos a destinos internacionales.
La nueva conexión -que opera la naviera holandesa WEC Lines- beneficia a setenta empresas riojanas, que ahora pueden trasladar sus mercancías a Reino Unido, Marruecos y distintos destinos de África y Europa.
Una infraestructura que no despega
Lo que no mejora… empeora. Y el Aeropuerto de La Rioja no es una excepción. Seleccionada como la peor de España por las opiniones de los usuarios, la infraestructura ha sido escenario este año de múltiples cancelaciones de vuelos por motivos tan peregrinos como el “exceso de peso” del pasaje o la imposibilidad de inflar a tiempo las ruedas del avión.
Por si fuera poco, el de Madrid-Logroño es uno de los vuelos marcados como “prescindibles” por parte de organizaciones ecologistas para hacer frente a la crisis climática.
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