La consejera de Salud y Políticas Sociales, María Martín, ha reclamado a la ministra de Sanidad, Mónica García, la convocatoria urgente y extraordinaria de un Consejo Nacional de Salud para tratar en exclusiva el grave problema de falta de médicos de Atención Primaria. Una cuestión que depende del Gobierno central y que afecta por igual manera a todo el territorio español, una solicitud que también ha sido cursada por otros responsables sanitarios de comunidades autónomas.
Como ha señalado Martín, “la carencia de especialistas en Medicina de Familia que podamos incorporar a nuestros servicios de Atención Primaria es una cuestión que está lastrando la organización y calidad en las prestaciones a nuestros pacientes. Es el primer eslabón, el más básico y sobre el que las Comunidades no tenemos capacidad para actuar”.
El Ejecutivo riojano entiende que este asunto debería haber sido objeto de atención prioritaria por parte de la nueva ministra que, en cambio, ha convocado una reunión telemática para mañana, jueves, –el primer Consejo desde su nombramiento- para tratar de la Estrategia Nacional para la Autosuficiencia del Plasma.
La consejera de Salud y Políticas Sociales, al igual que sus homólogos de otras regiones, consideran que “la falta de médicos es el primer problema que hay que abordar y solucionar. Es preciso ejecutar un plan de choque para dotar al Sistema Nacional de salud de más especialistas, en concreto en el ámbito de la Medicina Familiar y Comunitaria”. En este sentido, desde el Gobierno de La Rioja se recuerda al Ministerio los acuerdos aprobados en el año 2018 y que, por unanimidad, fueron consensuados con el conjunto de las comunidades autónomas. “Acuerdos que ninguno de los seis ministros que han ostentado esta cartera en estos años los han impulsado”, recuerda María Martín.
Dentro del necesario plan de choque acordado por varios gobiernos autonómicos, entre ellos La Rioja, destacan seis actuaciones prioritarias que son competencia estatal y que el Gobierno central deben implementar de manera urgente:
-Garantizar que el sistema de elección de plazas MIR no deje plazas desiertas, como ha ocurrido este año con más de 200 en toda España; así como que las adjudicadas queden efectivamente cubiertas.
-Ampliación por vía de urgencia del número de plazas de formación médica especializada en Medicina de Familia y Comunitaria para afrontar el relevo generacional y el déficit agravado durante años. Para ello es necesario un sistema de acreditaciones de unidades docentes más flexible y ágil.
-Convocatoria extraordinaria del MIR en Medicina Familiar y Comunitaria.
-Creación de un Registro estatal de Profesionales Sanitarios que oriente las necesidades de formación de especialistas.
-Desarrollo competencial del especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, con tiempo y espacio para que recobre su rol como eje vertebrador de la mejor atención integral de los ciudadanos.
“Existe desde hace tiempo un déficit en médicos de familia y pediatras que se ha ido agudizando, tensionando el sistema hasta el punto de que en estos momentos hay ya que adoptar medidas de la máxima urgencia”, subraya Martín.
Con este planteamiento al Ministerio, elaborado junto a otros responsables de gobiernos autonómicos, la consejera de Salud y Políticas Sociales de La Rioja emplaza a las partes a alcanzar el máximo consenso para su aplicación. “Somos conscientes de que es un problema que nos afecta a todas las comunidades, con independencia de las ideologías y el signo político; un grave problema para pacientes y profesionales que nos está impidiendo adoptar reformas en otros niveles asistenciales porque la Primaria es la base de todo”.
“Confío –ha señalado Martín- que la nueva ministra rectifique y otorgue la máxima prioridad a la dotación de médicos y pediatras de Familia; sin ellos nuestro sistema básico está comprometido, en los grandes núcleos de población y aún más en el mundo rural. Es muy frustrante para los responsables de las distintas comunidades autónomas ver que tenemos las manos atadas en esta materia, que poco podemos hacer ante las reivindicaciones más que razonables de nuestros pacientes y de nuestros profesionales”.
