La Rioja

La Guardia Civil aprende a hacer el Camino más accesible a personas con discapacidad

Javier Rodrigo.- Recorrer los 764 kilómetros que separan Roncesvalles de Santiago de Compostela atravesando Navarra, Aragón, La Rioja, Castilla y León y Galicia es una dura prueba para cualquier peregrino, pero aún lo es más para las personas con discapacidad.

Cuando estos peregrinos necesitan asistencia por cualquier motivo, agradecen mucho encontrarse con alguien que comprende su situación y que tiene experiencia en la atención a personas con discapacidad, motivo por el que efectivos de la Guardia Civil de Navarra participan en unas jornadas de formación impartidas por miembros de Fundación ONCE.

Camino de Santiago Accesible

Estas II Jornadas de formación en materia de discapacidad en el Camino de Santiago tienen lugar en el polideportivo de la Comandancia de la Guardia Civil de Pamplona y pretenden dotar al personal encargado de la seguridad de la ruta de los conocimientos necesarios para facilitar la autonomía de los peregrinos con discapacidad y ofrecerles ayuda efectiva.

La iniciativa, que se enmarca en el proyecto ‘Camino de Santiago Accesible’, va a tener lugar en diferentes sesiones organizadas en Aragón, Navarra y Castilla y León.

Este proyecto, tanto en su fase teórica como práctica, incluye cuestiones como probar la accesibilidad física de los refugios que se encuentran a lo largo del Camino Francés, así como de las tecnologías de la información y las comunicaciones que intervienen en el recorrido.

En su vertiente práctica, los guardias civiles aprenden cómo atender a personas con discapacidad visual, auditiva, cognitiva e intelectual, con dificultades en la comunicación y el lenguaje, o con discapacidad física y movilidad reducida.

Para ello, el primer paso es ponerse en su piel para comprender mejor cómo interactúan con el entorno estas personas y cómo se sienten ante los obstáculos y barreras que encuentran.

De esta forma, asesorados por técnicos de Fundación ONCE, los guardias civiles de Navarra utilizan antifaces negros para simular la ceguera y gafas que reproducen cómo percibe el entorno una persona con visión reducida. Con bastones blancos, una herramienta fundamental para personas con problemas de visión, los agentes hacen recorridos con diversos obstáculos para comprender cómo se desenvuelven las personas con discapacidad.

En estas sesiones prácticas también utilizan mascarillas para dificultar la comunicación impidiendo la lectura de labios y ocultando los gestos y microgestos faciales, así como tapones auditivos para simular la sordera.

Los agentes también practican con sillas de ruedas desplazándose con ellas para vivir en primera persona los problemas que suponen las barreras físicas. También aprenden a trasladar a una persona de una silla de ruedas a otra y a recolocar a una persona cuya silla de ruedas ha volcado.

Ponerse en la piel de la persona con discapacidad

Saray Rodríguez, portavoz de la Guardia Civil de Navarra, ha explicado a EFE que ésta “es una jornada fundamentalmente práctica en la que los agentes se van a poder poner en situación de las personas con algún tipo de discapacidad que discurren a lo largo del Camino de Santiago”.

Los agentes, ha señalado, “van a hacer diferentes talleres, en uno van a poder sentirse en la piel de personas con discapacidad visual, en otro con personas con discapacidad auditiva, en otro con personas con discapacidad cognitiva o también con problemas de movilidad”.

Esta formación les va a permitir “no solo dar un mejor servicio al ciudadano que discurre por el Camino, sino también a cualquier tipo de ciudadano que tenga cualquier tipo de discapacidad y que en el día a día de nuestro trabajo podamos encontrarnos. Así podemos ponernos un poco en su piel y sentir qué necesitan y poder acercanos a ellos lo máximo posible”.

“Hay muchas personas con distintos tipos de discapacidad que se encuentran realizando el Camino y qué menos que nos adaptemos también a todas esas personas”, ha destacado Rodríguez.

En ese sentido, ha resaltado que a estas prácticas “han acudido numerosos compañeros con toda su ilusión, con muchas ganas de ponerse en la piel de estas personas y de aprender, porque nuestra vocación hace que cada día queramos aprender y mejorar en nuestro servicio al ciudadano”.

Nicolás Álvarez, técnico de Fundación ONCE, ha asegurado al respecto que el objetivo del proyecto es “que los agentes se pongan en el papel de las personas con discapacidad y sensibilizarles y que en su labor diaria sepan cómo tratar a personas con discapacidad y cómo atenderles”.

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