La Rioja

De la teoría a la práctica: “La FP te inserta en el mundo laboral real”

Hace apenas cinco meses que Daniel Pinillos, joven riojano de 21 años, terminó sus estudios de Programación de la Producción en Fabricación Mecánica, un grado superior de Formación Profesional que cursó en el IES Cosme García y que le permitió hacer prácticas en la empresa Arisa. Un mes después, ya tenía un contrato encima de la mesa. Actualmente trabaja en la empresa riojana y “estoy contentísimo”.

Daniel es un ejemplo de la capacidad que tiene la Formación Profesional para ofrecer una salida laboral a esos jóvenes que huyen de los libros cuando terminan la ESO. “Repetí un año y tenía muy claro que en cuanto acabara los estudios obligatorios no iba a hacer Bachiller. Quería trabajar cuanto antes, pero también sabía que iba a tener más oportunidades con una buena formación”.

A este joven le gustaba la mecánica de coches, pero rebuscando entre los títulos ofertados le llamó la atención el ciclo formativo de Mecanizado del IES Cosme García. Dicho y hecho, nunca mejor dicho, porque tras los dos años continuó cursando el Superior de Programación para la Producción en Fabricación Mecánica. “Iba muy contento a clase. Eso me gustaba y me motivaba, así que me lo tomé en serio, acabé uno y enganché sin pensármelo al otro”.

El mayor beneficio que encuentra Daniel en la FP es la formación práctica que se da. “Tienes taller prácticamente desde el principio y eso te estimula mucho más. Y lo más importante, te forman para el trabajo diario. Obviamente te faltan cosas por aprender que te las va dando la experiencia, pero llegas a una empresa y no te sientes perdido. Eso es fundamental”.

Primeras impresiones

La que ha empezado su camino por la Formación Profesional este curso es Laura García. Con 16 añitos ha elegido el Grado de Atención a Personas en Situación de Dependencia. Como otros estudiantes de FP eso de estudiar no le gustaba mucho, “pero había que hacerlo”, y ya si hablamos de Historia, el asunto empeoraba. “No hacía nada más que pensar que en Bachiller iba a seguir teniendo esta asignatura y decidí que lo mejor sería hacer un ciclo”.

La joven tenía muy claro que “no me apetecía seguir estudiando todo el rato lo mismo”, y en su casa le apoyaron desde el primer momento porque “me veían con ganas y más capacitada para hacerlo. Cada vez me costaba más ponerme a estudiar” y el Bachiller podía ser la gota que colmara el vaso para abandonar su sueño.

Pero todo estaba planeado en la cabeza de Laura. Quería estudiar Psicología, así que la FP sería un puente para llegar hasta la universidad. Tras los primeros meses de FP en el IES Batalla de Clavijo las cosas van, incluso, mejor de lo esperado. “Me está gustando mucho más de lo pensaba y no me está costando tanto estudiar. Combina teoría y práctica y eso ayuda mucho a entender los conceptos”.

Podría enlazarlo con la Psicología cuando acabara estos dos años, sin embargo “prefiero seguir estudiando otro ciclo. Pensaba en Educación Infantil, pero esto me está motivando tanto que creo que voy a inclinarme por Integración Social”, y cuando acabe, la universidad, o no, porque si por medio se cruza un trabajo en un centro de menores o en la cárcel, se lo pensaría ‘muy mucho’.

Aspirar a más

Pablo Villanueva, Carlos Calleja y Sara Rubio acaban de cumplir la mayoría de edad y están cursando el Grado Superior de Vitivinicultura en el IES La Laboral. Los tres apuestan por una formación completa para aspirar a más en su vida laboral.

Villanueva es natural de Haro y este es su tercer curso en esto de la vitivinicultura. Su caballo de batalla en la ESO fueron las Matemáticas. “Eran mi perdición y solo pensar seguir con ellas en Bachiller…”. Su familia está relacionada con el mundo del vino así qué, ¿por qué no seguir esos pasos?

Cuando terminó 4º de la ESO se vino a Logroño a empezar con su nueva vida, y no fue nada mal. Las ganas por ir a clase volvieron. “Aquí tenía mucha más libertad y, aunque había alguna asignatura que no me gustaba, la mayoría me motivaban mucho, así que no me costaba ir a clase”.

De hecho, cuando acabó el primer ciclo no se lo pensó dos veces y fue a por el segundo. “Tienes prácticas aseguradas, es más, a mí este verano me contrató la bodega en la que estuve durante el curso. Y es que llegas a trabajar y tienes muchas nociones. No creo que eso pase con Bachiller, donde lo que estudias es mucho más general”.

Cuando acabe, quizás pruebe suerte en la universidad estudiando Enología. “Probaré un añito a ver qué tal va, y si veo que no funciona, a trabajar”.

Carlos es de Lanciego. No era mal estudiante, pero el último curso de la ESO ya terminó renqueando. “No me apetecía seguir estudiando asignaturas que no me llamaban para nada la atención, y como la Secundaria me parecían pocos estudios, me decanté por una FP”. El objetivo era aspirar a algo mejor.

Sus padres son agricultores y desde pequeño el joven siempre les ha ayudado, así que el vino era una muy buena opción. “Aprendes un montón, sobre todo cómo se trabaja en las bodegas, y te preparan mucho para insertarte en el mundo laboral real, cosa que el Bachiller no hace”.

Tal es así que la bodega donde hizo prácticas le propuso un contrato durante la vendimia. “Las asignaturas que damos están muy relacionadas con lo que se hace luego en el trabajo, así que no cuesta mucho adaptarse a las labores que demandan. Todo para que cuando salgamos de aquí nos resulte mucho más fácil seguir ‘solos'”. ¿Su sueño? Continuar con la empresa de su padre, una bodega en Rioja Alavesa.

A Sara lo que más le costaba durante su etapa en Secundaria era concentrarse para estudiar, “y cada vez que veía a mi hermano meter tantas horas en Bachiller tenía más claro que yo no iba a seguir por ahí”. Sus padres tienen viñas en Aldeanueva de Ebro, de donde es ella, y “todo lo que tiene que ver con el vino me gusta mucho”.

Durante sus prácticas del primer ciclo el laboratorio fue su segunda casa “y me encantó. Cambia mucho del trabajo de bodega, pero viendo a mi compañera me di cuenta de que con el grado medio tienes salidas laborales, pero con el superior los puestos de trabajo son de mayor calidad y visibilidad”. Así que aquí está, con su primer curso en el Superior.

Daniel ya desde su puesto de trabajo, Laura desde la novedad de su primer año, y Pablo, Carlos y Sara aspirando a más son una clara representación de esos alumnos que han encontrado en la FP la motivación perfecta para encontrar lo que les gusta y demostrar para qué valen.

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