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Miguel Martínez de Corta: “Voy a disfrutar este derbi de forma especial”

¿Qué le hace a un futbolista que supera la cuarentena acudir un día tras otro al fisio, entrenar en soledad en el gimnasio, pasar por el quirófano? ¿Qué le empuja a seguir hacia adelante cuando el camino ya está andado? ¿Qué le lleva a entrenar con dolor para competir contra rivales que pudieran ser sus hijos cuando su trayectoria ya está más que resuelta? No sabemos qué empuja a la gran mayoría a seguir pasando frío en invierno y calor en verano durante la pretemporada. Pero en el caso concreto de Miguel Martínez de Corta, aunque él no se atreva a verbalizarlo, es el amor por este deporte. Nació para ser futbolista, y lo sigue siendo aunque no pueda ocultar que cada día, como es lógico, el final está más cerca.

Pero Miguel Martínez de Corta sigue adelante. Andando un camino extraordinario. Chupando barro, comiendo viento, disfrutando del día a día de un vestuario. Y llega a tiempo para jugar en uno de sus jardines favoritos. Estará este domingo en Las Gaunas. Lo hará tras cinco meses que le han hecho pensar mucho. “Le dije a Pouso (su actual entrenador) que si la resonancia no salía bien, que si me veían algo que se pudiera interpretar como lesión de larga duración, hasta aquí llegaba”. Acababa de pasar por el quirófano. Y seguía teniendo dolor.

Todo se complicó en la recta final del curso pasado. Con el Calahorra todavía en Primera Federación. Se dañó el menisco interno de una de sus rodillas. A mediados de junio pasaba por el quirófano. Su idea era llegar listo al inicio de la pretemporada. “Tenía claro que quería seguir en el Calahorra si el entrenador seguía confiando en mí”, recuerda meses después Miguel Martínez de Corta. Pero sus planes no salieron como tenía previsto. Iniciaba sin saberlo un camino por el desierto de la frustración de cinco meses de duración. “Ha sido duro, me ha hecho darle muchas vueltas al coco”.

Normal, porque todo jugador en la recta final de su trayectoria sigue porque sencillamente sigue preparado para competir y se lo puede permitir. Miguel se está regalando unos cuantos partidos de fútbol más. “Pero ir todos los días hasta Calahorra para entrenar solo, para no estar junto a los compañeros, para no sentirse en la dinámica del grupo…”. Se le estaba haciendo duro. Y llegó la prueba que iba a decir si podría elegir cómo despedirse o el fútbol le decía que hasta aquí había llegado. “La resonancia salió bien”, explica. “No había una lesión grave. Era cuestión de estar parado cinco semanas”, que fue lo que no hizo durante la pretemporada pasada o el inicio de este curso. De ahí sus dos recaídas que le frustraron.

FOTO: CD Calahorra.

Está de vuelta. Y ha acumulado si cabe más motivos para disfrutar de este derbi en Las Gaunas al máximo. Volvió el pasado fin de semana, y su equipo solventó una mala racha de partidos sin ganar. Volvió para ayudar al equipo. Volvió para disfrutar de nuevo bajo palos. Ha vuelto a tiempo para regalarse un nuevo partido en Las Gaunas, para jugar contra “mi equipo”. Porque Miguel Martínez de Corta reconoce que “la UD Logroñés será siempre mi equipo. Jugué siete temporadas, es el equipo de mi ciudad”, lo que no quita tener el corazón partido, “porque el Calahorra me dio la primera oportunidad con solo 19 años, y me está permitiendo disfrutar del fútbol todas estas temporadas. Es un regalo”.

Miguel juega por fin sin dolor. Se vuelve a sentir bien. Está disfrutando de nuevo. Lo hace junto a sus compañeros. “Me sentí genial el pasado fin de semana. Ya tenías ganas. Me olvidé de la rodilla por completo”, remarca. Y ahora solo quiere seguir disfrutando “porque tras tantos partidos no creo que me ponga nervioso”. Tiene dos objetivos: “Disfrutar este derbi de forma especial y ayudar a que mi equipo gane el partido”.

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