La Rioja

Vecinos y ocio nocturno en Calahorra: “Va a dar con nuestra salud”

Compaginar el ocio nocturno y el derecho al descanso de los vecinos es un problema que viene de lejos y al que no es ajena prácticamente ninguna ciudad del país. En Calahorra la situación viene de lejos. Unos se quejan de continuas denuncias, otros de no poder descansar. Vecinos de las calles en las que están ubicados los únicos cinco bares nocturnos de la ciudad ya no pueden más. Después de años de mediciones, de llamadas a la policía y de quejas en público y en privado, se sienten indefensos ante la situación.

Desde la calle Teatro, una de las más problemáticas, llegan las quejas de lo que tienen que sufrir cada fin de semana. “No es un problema sólo de este bar, ni de esta calle, es de todas en las que hay ocio nocturno, tenemos un grupo de whatsapp de vecinos de varias zonas y todos estamos viviendo lo mismo, la gente está desesperada”. El problema se amplifica con el paso de los años. “Hay gente que tiene que estar tomando pastillas para poder dormir, es inhumano”.

No se atreven a dar sus nombres pata evitar enfrentamientos con los propietarios de los bares y sus clientes. “Esto es una jungla en la que no hay quien viva cada fin de semana”.

Es un problema que llevan años sufriendo. “Podemos entender que durante las fiestas de Calahorra haya más ruido, aunque lo que pasó este año fue una vergüenza con una fiesta en la calle que duró prácticamente todo el día”, pero su queja tiene un trasfondo mayor.

“Nosotros no queremos que cierren los bares, lo que queremos es que trabajen en condiciones que nos permitan a nosotros descansar”, cometan recordando que “se cerraron durante unas semanas para que insonorizasen los locales”. “No sabemos cómo los insonorizaron pero el ruido sigue siendo insoportable cada noche”.

Muchos de ellos, mientras tanto, han tenido que reformar ventanas en algunos casos o poner contraventanas en otros para minimizar los ruidos. “Aún así no hay forma, todas las noches nos dan como mínimo las cuatro de la mañana sin poder pegar ojo cuando no es más porque muchas veces ni los horarios establecidos de cumplen, y si no ya se encarga el ayuntamiento de darles un permiso de ampliación de horario”.

Al ruido habitual de la música interior se une lo que se genera en la calle. “Lo de este fin de semana ha sido tremendo, coches haciendo carreras en la calle, varias peleas en las que tuvo que intervenir la Guardia Civil, gente cantando y gritando”.

Han tenido que contratar abogados, en varias ocasiones han denunciado al ayuntamiento en procesos que éste ha recurrido y se alargar hasta la estenuación. “Llevamos un dineral ya gastado en un problema que no tendría que ser nuestro porque las leyes están para cumplirlas”.

No pierden la ocasión para agradecer la labor de las fuerzas de seguridad. “Vienen cada noche, hacen las mediciones, les multan pero seguimos sin solucionar el problema”. Tienen en cuenta su labor. “Ahora llevan dos semanas sin poder venir a hacer mediciones porque están calibrando la máquina, el año pasado estuvo varios meses fuera de servicio por estar calibrándose y nos tememos que este año va a ser más de lo mismo”, se quejan. “Pero ellos no tienen la culpa, saben igual que nosotros cuál es el problema pero nadie lo soluciona”.

Lo han intentado a través del diálogo. “Nos hemos reunido con la nueva alcaldesa que es la que prometió un ocio nocturno libre pero no se nos da ninguna solución. ¿Más libertad de la que ya tienen? Pero si hacen lo que les da la gana”. Desde el consistorio explican a NueveCuatroUno que “nos hemos comprometido a hacer más mediciones municipales, ya se lo hemos comentado a los bares y están totalmente de acuerdo”.

“No cumplen los horarios, no cumplen con las medidas de seguridad necesarias en las nuevas normativas, no cumplen con nada”, aseguran poniendo en la suciedad otro de sus problemas. “Y luego hay que ver cómo se queda la calle, llena de meadas, de vomitonas, nuestro portal está siempre hecho un estercolero”.

Simplemente quiere una calle “limpia y sin ruidos”. “Creemos que tenemos el mismo derecho que el resto de los calagurritanos a poder vivir tranquilos, ésto va a dar con nuestra salud”.

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