Los sindicatos CCOO, UGT, USO y CSIF en La Rioja barajan convocar una huelga del transporte de mercancías y logística “si la patronal no cede” y negocia el Convenio de este sector, que ha retrocedido al de 2015 tras la anulación del firmado para el periodo 2016-2020 por el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR).
Así lo ha afirmado este jueves la secretaria general de Servicios a la Ciudadanía CCOO La Rioja, Nuria Vicente, en una rueda informativa en la que, acompañada de representantes del resto de organizaciones sindicales, ha invitado a “las personas que dependan de este convenio” a asistir a la asamblea del próximo sábado en Logroño para decidir si ir a huelga o no.
Vicente ha explicado que, tras la anulación del Convenio de Transporte de Mercancías y Logística por Carretera de La Rioja de 2016-2020, se ha producido “un vacío jurídico y las empresas no saben cómo actuar”, por lo que, en la situación actual, “dependiendo de en qué empresa trabajes, pueden aplicarte un salario u otro, y hay empresas que empiezan a amenazar con reducirlos”.
“El conflicto es que no tenemos una patronal con la que negociar, porque no quiere negociar, está enfrentada y este enfrentamiento lo pagan los trabajadores”, ha destacado.
Ha indicado que la anulación del convenio de 2016-2020, con lo que solo queda el de 2015, se ha debido a una demanda de la Asociación de Empresarios de Transportes de Mercancías y Logística (CETM) de La Rioja, lo que ha ocasionado “una situación nunca dada para 2.500 trabajadores que dependen de este convenio”.
Vicente ha asegurado que tanto la Federación de Empresas de La Rioja (FER) como la Asociación de Transportistas Discrecionales de La Rioja (ATRADIS) han expresado “su intención de no negociar por falta de representación de la patronal, y han dicho que no quieren un solución al convenio anulado ni sentarse a negociar”.
Según los cálculos de los sindicatos convocantes de esta asamblea, y sin tener en cuenta la antigüedad de cada trabajador, con el Convenio de 2015 un auxiliar administrativo del sector perdería unos 2.800 euros al año, mientras que un conductor o un peón dejarían de percibir unos 3.000 euros anuales.
