El BM Logroño recibe este martes al Alkaloid macedonio en la segunda jornada de la Liga Europea, y lo hace sin margen de error, porque en una fase de grupos corta cualquier fallo en casa le puede complicar el futuro.
Los riojanos vienen de perder en Dinamarca -y luego en liga en Valladolid- con un marcador que, además, les obliga a buscar triunfos amplios en su casa para ‘enjugar’ los goles que encajó en ese partido.
Pero, en realidad, eso queda en su segundo plano respecto al verdadero objetivo, el de ganar para mostrar autoridad y romper una racha de una mala semana que le ha restado crédito, sobre todo por la falta de capacidad para mantener una intensidad alta en los partidos.
Eso fue lo que le pasó factura en Dinamarca y lo que debe mejorar ante un rival que también perdió su primer partido, ante la Vojvodina, y por eso llega a Logroño con una ambición máxima para no perder demasiado terreno en la clasificación.
El equipo macedonio destaca, además, por su experiencia, ya que cuenta con la mayoría de internacionales de su país, a los que ha sumado esta temporada al portero cubano Alejandro Romero, con pasado en el Pau francés y el Oporto portugués, y al veterano internacional galo Arnaud Bingo.
El francés fue uno de los máximos goleadores de los macedonios en su derrota ante la Vojvodina, con 5 tantos, aunque el macedonio Ivan Djnov sumó 8 y también destacó el portero Blagojche Trajkoski, con 10 intervenciones.
El BM Logroño, por su parte, llega al encuentro inmerso en una búsqueda de un sistema de juego que le permita suplir a su pivote Javier García, que se ha lesionado en un dedo (del que será operado este mismo lunes en Barcelona) y va a estar alrededor de un mes de baja, lo que deja solo a Rolando Uríos en ese puesto.
Algo que ya penalizó mucho al equipo riojano en Valladolid y que debe “corregir” mañana para no ser víctima de un rival con un patrón de juego muy hecho.
