Brieva de Cameros se ha quedado sin alcalde. También sin uno de sus dos concejales. Ambos han dimitido. El vacío de poder en el municipio obligaría a tener que conformar una gestora para posteriormente convocar unas nuevas elecciones. Una situación similar a la que ocurrió en Robres de Castillo el pasado mes de noviembre, con la diferencia de que esta vez queda toda una legislatura por delante.
La dimisión de Pedro Somalo, que llevaba dieciséis años al mando del ayuntamiento, y del edil Pablo Fontecha tienen un trasfondo: la Escuela de Pastores. Un proyecto que nació por iniciativa del propio consistorio para buscar alternativas al futuro de la localidad y que fue apoyado por el anterior Gobierno de La Rioja a través de una batería de ayudas destinadas a proyectos de dinamización rural.
Tras la renuncia de ambos, en el consistorio sólo queda el concejal del Partido Popular, Héctor Espiga. El PSOE trabaja ahora en buscar dos representantes para la futura gestora. “Es en lo que estamos desde que dimitió nuestro alcalde y nuestro concejal”, explica Ricardo Velasco del PSOE. Ellos aseguran que lo que ha motivado la renuncia del primero han sido “motivos personales” y que, posiblemente, el segundo lo ha hecho “porque no se ha encontrado con fueras de seguir con todos los proyectos importantes que hay en el municipio, entre otros la Escuela de Pastores”.
Ahora el PSOE está a la espera de que “el Gobierno de La Rioja nos requiera esos representantes para la futura gestora” que es el único futuro del municipio ya que “nadie más se presentó a los comicios locales”.
Una situación compleja, ya que el ganado adquirido para las prácticas de la propia Escuela se encuentra ya en Brieva, así como el pienso y parte del personal adscrito a la iniciativa formativa puesta en marcha a lo largo de la pasada legislatura. Todo parece apuntar a que, principalmente, los pagos derivados de esta cuestión podrían ser una de las principales causas de la renuncia de ambos.
El panorama se agravaría además con la situación de vacío de poder ya que la ausencia de alcalde no permitiría ejecutar gastos ni pagos de nóminas, por lo que tanto los trabajadores municipales como el empleado de la Escuela de Pastores de La Rioja se encuentran sin dinero para sufragar esos gastos.
