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L’Entregu, último obstáculo de la UD Logroñés hacia la Copa del Rey

La Unión Deportiva Logroñés ya conoce al último rival que deberá batir para acceder a uno de los torneos que más alegrías le ha aportado (en lo deportivo y, sobre todo, en lo social) en sus tres lustros de historia: la Copa del Rey. Los blanquirrojos se medirán la próxima semana al L’Entregu, de Tercera RFEF en los cuartos de final de la Copa Federación y, de superar la eliminatoria, se habrán ganado su derecho a jugar contra un Primera División en el torneo del KO.

El próximo rival de la UD Logroñés se ha hecho esperar, y después de los 90 minutos y la prórroga, L’Entregu se ha impuesto este jueves en los penalitis por 4-2 y ejercerá como local en la ronda de cuartos de final, que previsiblemente se jugará el próximo miércoles.

El camino andado

Para llegar a este duelo por la Copa del Rey, la UD Logroñés ha tenido que superar cinco rondas previas. En la fase autonómica de la competición, los blanquirrojos se proclamaron campeones tras eliminar al Alfaro en cuartos de final (3-0), a la SD Logroñés en semifinales (1-0) y al Calahorra en la final (0-3).

Ya en la fase nacional del torneo, el equipo de Diego Martínez ha superado con nota sus dos compromisos, batiendo al Laredo (2-0) y a la Gimnástica de Torrelavega (4-1) en dieciseisavos y octavos de final, respectivamente.

Para superar su último obstáculo en el camino que conduce a la Copa del Rey, los blanquirrojos deberán adaptarse a una situación que aún no han experimentado en la Copa RFEF: jugar lejos de Las Gaunas. Aunque en la final autonómica el cuadro de la capital riojana ejercieron de visitantes, batieron sin problemas al Calahorra en el Municipal. Ahora, con el premio gordo al alcance de la mano, deberán sobreponerse a su talón de Aquiles en lo que va de curso.

Aunque todavía no ha estrenado su casillero de derrotas tras diez encuentros oficiales, la UD Logroñés sufre lejos de casa y no ha pasado del empate en sus visitas a Barbastro y Valle de Egüés (sin goles en ambos duelos). Adaptarse a la distancia para disfrutar un manjar en la Copa.

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