El Ayuntamiento de Clavijo ha iniciado los trámites para limitar la circulación de vehículos a motor en el entorno del monte Laturce, del Monasterio de San Prudencio y de otros caminos forestales de la localidad, con el ánimo de proteger el enclave.
El alcalde de la localidad, Pedro Muro, sostiene que esta medida tiene como propósito que el Monasterio de San Prudencio “no sucumba al abandono”, por lo que también reclama al Gobierno de La Rioja su colaboración “para realizar cuantas acciones sean necesarias con el fin de proteger, estudiar, consolidar y divulgar este enclave que tanta importancia tuvo durante la Edad Media en nuestra región”.
Para limitar la circulación, el Ayuntamiento ha iniciado un expediente de modificación de la ordenanza municipal de caminos, en cuya tramitación hasta su aprobación definitiva se escuchará a todos los actores implicados: agricultores, ganaderos, sociedad de cazadores y las distintas asociaciones culturales y de protección del patrimonio que lo deseen, incluida la recientemente creada Asociación Salvemos el Monasterio de San Prudencio.
“Los vecinos de Clavijo somos los principales interesados en proteger nuestro patrimonio, compuesto no solo por estas ruinas del Monasterio de San Prudencio, sino por otros monumentos como la iglesia de nuestra Señora de la Asunción, la ermita de San Román, la basílica de Santiago o el propio castillo de Clavijo que requieren atención y sobre los que como Ayuntamiento, en colaboración con otras Administraciones, deseamos trabajar”, señala Muro, quien destaca “el primer paso del Consistorio para la protección de San Prudencio desde el abandono del convento en 1836”.
El enclave del Monasterio de San Prudencio de Monte Laturce está formado por las ruinas de un conjunto monacal del que se tiene noticias desde el siglo X y que albergó los restos de San Prudencio de Armentia, patrón de Álava, y los de sus propietarios, los Señores de Cameros. Estuvo ocupado por la orden de San Benito y la del Císter hasta el año 1836. Con la desamortización de Mendizábal, el monasterio quedó en desuso y posteriormente en ruina hasta la actualidad.
