San Mateo

El concurso de calderetas: el primer reconstituyente social de las fiestas

En el conjunto del país una caldereta es, por definición un guiso basado en una reducción de agua, aceite o vino, con cordero -en el litoral lo sustituyen por marisco- y verduras. En Logroño, en cambio, a esas condiciones hay que añadir propiedades reconstituyentes, pues las elaboraciones se emplean para recuperar fuerzas tras las dos primeras jornadas de fiestas de San Mateo.

El concurso de calderetas -que este año alcanza su decimocuarta edición- convierte el lunes la calle Gonzalo de Berceo en un gran salón entre las once de la mañana y las cinco de la tarde. En él se reúnen cuadrillas de toda edad y condición, sin mayor pretensión que compartir un buen rato entre amigos y, de paso, exhibir dotes en los fogones.

Pasear por Gonzalo de Berceo implica contemplar auténticos altares elaborados con productos de la tierra y compartir buenos momentos con cuadrillas que, en algunos casos, acuden disfrazadas al concurso, que premia al mejor guiso y a los platos mejor decorados.

Una de esas citas que, con el paso de los años, se han convertido en imprescindibles y que todo logroñés o foráneo debe visitar para contemplar en vivo a los maestros del mandil y disfrutar del ambiente mateo más genuino.

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