La Rioja

Investigadores de la UNIR vinculan el consumo de porno y las agresiones sexuales

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

Un trabajo de investigadores de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha encontrado indicios de la relación que existe entre la pornografía y las agresiones sexuales, por el comportamiento de acciones violentas que se muestran en el cine para adultos, aunque creen que es necesario profundizar en este análisis.

Según ha informado UNIR en un comunicado, estos investigadores han analizado estudios publicados en los últimos 20 años en las principales bases de datos científicas para comprobar si existe esta relación.

Estos trabajos sugieren que el consumo de pornografía puede promover la imitación de comportamientos y acciones violentas, fruto de una observación de materiales pornográficos con voluntad de aprendizaje; también puede provocar una desensibilización hacia actitudes violentas, así como servir para legitimar la violencia en la pareja y la relación de dominio hacia la mujer.

Del análisis de los 59 artículos, publicados en las bases de datos PsycINFO/PsycARTICLES y en PubMed/Medline, que han superado los criterios de selección de los investigadores, estos han podido concluir que existe una asociación entre consumo de pornografía y violencia en general, no solo sexual, aunque no está clara la causalidad de esta asociación.

Los principales escollos son el propio concepto de qué es pornografía y violencia, lo que impide que se puedan establecer protocolos estandarizados de medida, y en el caso de los menores, su propia participación en las investigaciones, en tanto que requiere el permiso paterno.

Desde que en los años 80 comenzara a investigarse esta asociación, y se detectara una aceptación de la violencia hacia las mujeres, ha resultado muy complejo determinar si la tendencia hacia las agresiones sexuales era provocada o subsecuente al uso de pornografía. La aparición de internet ha generalizado el acceso a este tipo de contenidos y acelerado la necesidad de investigar más sobre las consecuencias.

“Esta revisión ofrece una visión unificada del concepto de pornografía y la violencia, con el objetivo de establecer protocolos estandarizados para las medidas que se pueden utilizar en futuros estudios en este campo”, ha explicado Gemma Mestre-Bach, la investigadora principal del trabajo.

Además, considera, “los resultados de esta revisión pueden servir como punto de partida para el establecimiento de medidas de prevención y programas de intervención sobre los posibles vínculos entre la pornografía y diferentes tipos de violencia”.

La revisión recoge resultados respecto a la asociación entre el consumo de pornografía y la violencia no sexual; la agresión y coerción sexual en la pareja; y, por último, la vinculación con la violación y su mitificación, así como otras creencias o actitudes relativas a este acto.

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