El Rioja

Bodegas Familiares mantiene su hoja de ruta para ausentarse del Pleno del Consejo

La amenaza no es nueva, pero ahora sí puede ir un paso más allá. La asamblea de la Asociación de Bodegas Familiares de Rioja (ABF) ha dado recientemente “luz verde” a su salida de los órganos de representación de la Organización Interprofesional del Vino de Rioja (OIPVR) y el Pleno del Consejo Regulador, aunque no de forma radical ni inmediata. De hecho, los miembros de esta organización han otorgado plenos poderes a su junta directiva para que haga efectiva esta decisión cuando considere oportuno. Podría ser en el próximo pleno, en el siguiente o nunca.

La decisión es simplemente política (cabe recordar que la medida no afectaría a que las bodegas de esta entidad sigan etiquetando ni comercializando bajo el paraguas de Rioja) y se conocerá, previsiblemente, tras el próximo encuentro de la junta directiva de la organización -se estima que se produzca en otoño-. En las últimas semanas ya se habrían producido varias comunicaciones informales al sector de la situación que barajan los dirigentes de esta asociación, matizando que no se trataría de abandonar los diferentes órganos de gestión sino de ausentarse de las reuniones al no verse representados en las mismas.

ABF considera desde hace tiempo el sistema de representatividad del sector como “viciado” e “injusto” y ya en mayo de 2021 exigió un cambio de estatutos durante este mandato. Incluso pusieron fecha a su salida (25 de mayo de 2023) si este no se cumplía, pero esta no se ha producido, por el momento, porque la OIPVR suscribió el pasado mes de junio el compromiso de trabajar en la revisión de los estatutos con el objetivo de ajustar los criterios de representatividad antes de la próxima renovación -esta no se producirá hasta dentro de dos años-.

Preguntados por este medio para conocer plazos y detalles de la situación, desde ABF han preferido no hacer declaraciones al respecto. El presidente de la OIPVR, Fernando Ezquerro, ha afirmado que, de tomarse finalmente esta decisión, sería una “gran decepción” porque se ha hecho un esfuerzo por parte de las organizaciones. “Incluso me he puesto a disposición de esta asociación para mediar en la negociación”, ha indicado, poniendo el acento en que la ausencia de ABF del Pleno del Consejo sería un “error” y “lesivo” para la DOCa. “Una organización debe medir bien los tiempos y los criterios porque no vamos a ningún sitio así. El Consejo Regulador y sus asociaciones han sido muy generosas en este asunto”.

Ezquerro ha destacado que, tras el acuerdo de todas las asociaciones para la revisión de los estatutos y la representatividad, Bodegas Familiares tenía un “compromiso” de valorar en asamblea el acuerdo de la Interprofesional que era sensible con sus peticiones. “Dar un ultimátum ahora es absurdo porque todavía quedan dos años para renovar la representatividad y hay tiempo para tomar decisiones. Ser generosos es algo bueno para todos y, sobre todo para la DOCa. Hay voluntad por parte de las asociaciones para llegar a un acuerdo, por lo que lo razonable es agotar el tiempo que queda y así buscar un acuerdo que sea satisfactorio para todas las partes”.

Pese a los avances en las posturas, la junta directiva de la Asociación de Bodegas Familiares vuelve a subir la apuesta con esta “luz verde” para ausentarse de ambas instituciones. Y es que entre los compromisos de la OIPVR se encuentra buscar una fórmula para aproximarse, en la medida de lo posible, a la facturación económica real de los operadores, así como incluir criterios para una corrección de carácter social en la representatividad del sector comercial.

Además, la OIPVR pretende permitir pasar al censo del sector productor a los titulares que, estando en el censo del sector comercial, no realicen embotellados; y buscar un sistema más eficaz para evitar que exista doble representatividad entre los sectores, “cuestión recogida en el propio espíritu de la OIPVR”.

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