Poco se puede decir que no sepamos y suframos ya. Y es que agosto no está siendo un mes fácil para nadie, y menos en cuanto a previsiones del tiempo se refiere. Primero llegó la borrasca Patricia, luego la tercera ola de calor, a la que le siguieron unos días de lluvias intermitentes; después los termómetros se estabilizaron un poco; y ahora nos derretimos con una cuarta ola que, en un principio iba a terminar este miércoles, pero se quedará entre nosotros hasta bien entrado el finde.
Este martes los termómetros han sobrepasado la barrera de los 40. Ha sido en Logroño, a las 18:30 horas, cuando las máximas han alcanzado los 41,2 grados. Mientras, Calahorra se clavaba en los 40 justos y Alfaro veía cómo esos 39,8 fundían a más de uno.
La cosa comenzó a calentarse, mucho, el sábado, cuando Logroño ya sufría los calores que dejaban los 39,7 grados o los 37,9 que padecían najerinos y calagurritanos. El domingo, la bochornosa situación se mantuvo y la capital riojana volvió a convertirse en un horno con 39,6, seguida de los 38,2 y 38 en Calahorra y Haro respectivamente. Y el lunes, más de lo mismo: 39,5 grados en Agoncillo, 39,1 en Logroño o 38,2 en Alfaro.
Sería precioso contarte que lo peor ya ha pasado, pero no podemos. Es más, prepárate para la noche porque la Aemet prevé que a medianoche se mantengan los 30 grados en el valle del Ebro y que el ambiente ‘se refresque’ poco antes de del amanecer con 23 grados.
Este miércoles continuará el ascenso de las temperaturas debido a la entrada de viento de componente sur, manteniéndose con pocos cambios. Las máximas volverán a alcanzar los 40 grados y las mínimas superarán en muchos puntos de la región los 24 grados.
