La delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz, ha recalcado este lunes que el proyecto de construcción de la variante ferroviaria de Rincón de Soto “no tiene alternativas” para otro trazado y se encuentra en un punto en el que “no hay marcha atrás”.
En una rueda de prensa, Arraiz ha aludido al anuncio realizado el pasado viernes, 18 de agosto, por el Gobierno de La Rioja de que va a solicitar al Ministerio de Transportes que paralice la licitación de este proyecto, por las afecciones medioambientales y agrícolas que tiene el trazado propuesto.
La delegada del Gobierno en la comunidad riojana ha avanzado que estas obras podrían adjudicarse la próxima semana o a primeros del mes de septiembre, por lo que la carta anunciada por el Ejecutivo regional para pedir su paralización “no llegará a tiempo”.
Además, ha expresado su “sorpresa” ante la petición del nuevo Gobierno riojano de que se paralice este proyecto, sobre el que ha habido “consenso” desde 2009, por lo que ha dicho que se esperaba “más responsabilidad” por parte de los responsables autonómicos.
Así, ha insistido en que “siempre ha habido consenso” por parte de las tres administraciones sobre la variante norte de este proyecto, que se publicó en julio de 2019 con algunas “mejoras”.
En este sentido, ha precisado que esta infraestructura permitirá elevar la velocidad de circulación de los trenes de 140 a 200 kilómetros por hora; se consiguieron fondos Next Generation; y se logró reducir el 32 por ciento las afecciones obre las expropiaciones previstas en 2009. También ha recordado que el proyecto, cuyo presupuesto asciende a 65,5 millones de euros, incluyó muchas mejoras para su integración ambiental.
Arraiz ha agregado que su paralización supondría “romper” toda la planificación ferroviaria de tramo Castejón (Navarra)-Logroño dentro del Corredor Cantábrico Mediterráneo. Por ello, ha subrayado que cualquier cambio que se realice en este proyecto “supondría volver atrás 20 años”.
A su juicio, en todo este asunto “priman intereses particulares” y no la defensa del interés general, que es lo primordial para el Gobierno de España.
“Dar marcha atrás supone frustrar las expectativas de muchos sectores de la sociedad de La Rioja, donde hay un debate recurrente sobre la falta de infraestructuras y su necesaria mejora”.
