La psicóloga María Aguirre (“navarra de nacimiento pero riojana de corazón”, como ella misma se define después de vivir muchos años en Logroño)-ha estado este domingo en Sidney en la final del Mundial que ha ganado España contra Inglaterra. No ha sido una espectadora más. Hace tres días, las jugadoras con la que trabaja personalmente, Olga Carmona (mejor jugadora de la final y goleadora en la semifinal y en la final) y Athenea Del Castillo pidieron a la Federación Española de Fútbol que en el avión que se fletaba con familiares estuviese ella también. María ni se lo pensó: maleta, a Madrid y de allí a Australia.
Tras muchas horas de vuelo y un jet lag que para ella se queda, hace unas horas pisaba el Olympic Stadium de Sidney. “Ha sido todo alucinante, desde la llegada, los conciertos, el espectáculo y el partido… y ya, que haya sido gracias a un gol de Olga… estoy que aún no me lo creo”, cuenta pocas horas después de haber podido tener la Copa del Mundo entre sus manos.
No ha sido una final fácil en lo ambiental. “Estábamos cuatro españoles y todo el estadio iba con las inglesas, eso también lo han gestionado muy bien las jugadoras”.
Dedicada a la psicología juvenil, su trabajo ha estado siempre relacionado también con el mundo del deporte. “La mente de un deportista de élite, y de cualquier persona, debe entrenarse igual que cualquier otro ámbito”, asegura desde el autobús que las lleva de nuevo al aeropuerto para volver a España.
“No ha sido fácil para ninguna llegar hasta aquí”, comenta. Después del año tan duro que ha sufrido esta selección, “lo importante era focalizar en el objetivo, dejar atrás el pasado y centrarse en el presente”.
Durante los dos meses que las jugadoras llevan concentradas, ha estado en contacto continuo con ellas a través de videollamadas. “Ha sido complicado, tanto tiempo tan lejos de las familias, con un clima muy distinto al que teníamos en España, ha habido que gestionar todo eso mucho”.
Además había que controlar los nervios, gestionar los impulsos… “Por ejemplo, para Olga todo eso es muy importante. Es una chica que se lo merece todo porque es una trabajadora nata, además da mucha importancia al tema mental, es una apasionada del cerebro, siempre quiere saber; trabaja mucho todo ese aspecto para sacarle el mayor rendimiento a su mente”.
María entiende que ese plus la ha hecho estar a la altura de las circunstancias en los momentos clave. “Como el tiro de la semifinal ha hecho miles en estos años, pero hay que ser capaz de hacerlo en ese momento, con tantos ojos mirándote, con esa responsabilidad”.
Y no dejan de trabajar. Ahora hay que gestionar la victoria. De ser una jugadora a los que conocían sólo los aficionados al fútbol femenino a que sea la cara más reconocible de las campeonas del mundo. “Lo hemos hablado hace un rato, ahora hay que trabajar eso, gestionar que todo el mundo la conozca por la calle”.
María ya les ha aconsejado que después de los días de celebración tienen que descansar y ser “personas normales”: “Es momento de olvidarse por unos días de que son futbolistas de élite y de pasar tiempo con la familia y los amigos porque en nada tienen que volver a sus clubes con la misma intensidad”.
La psicóloga también ha querido acordarse en estos momentos de Sheyla García, otra de las futbolistas con las que trabaja y a la que una grave lesión ha dejado fuera del torneo. “Estoy segura de que de haber podido estar ahí hubiese sido muy protagonista del campeonato”.
Tampoco ha olvidado a todas esas niñas que quieren ser futbolistas. “Es emocionante el camino que se abre con este título, han hecho historia y se han convertido en referentes”. Vuelve agotada después de darse media vuelta al mundo en pocos días pero: “Ha merecido pena, ha sido brutal”.
