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Orgullo y nostalgia: Ocón evoca la trilla tradicional en la Fiesta de la Molienda

Más de dos mil personas han acudido este domingo al molino de viento de Ocón para participar en la Fiesta de la Molienda, que cumple dieciséis ediciones, después de no celebrarse en los últimos tres años, y que tiene como principal objetivo el mostrar cómo se realizaba la trilla tradicional del cereal durante décadas.

Esta fiesta, que tras la pandemia se suspendió el año pasado por el riesgo de incendio, fue creada con el objetivo de recordar cómo trabajaban y vivían los agricultores de esta zona durante el siglo pasado, en especial en la trilla y en la siega tradicional.

Porque durante décadas estas labores del campo, fundamentales para la alimentación, se realizaron de la misma manera, alejada totalmente de los medios tecnológicos que se emplean ahora. Los campos de cereal eran segados a mano, con grandes herramientas que requerían un esfuerzo muy importante de los segadores.

Pero luego, las espigas (la mies) se colocaban en el suelo para la trilla, en la que se separaba el grano de la paja y se seguía un método ancestral, datado en el antiguo Egipto, en el que animales de tiro pasaban arrastraban el “trillo”, una gran pieza de madera con piedras incrustadas que a su paso separan la paja del grano.

Algo que sobre todo llama la atención de los niños, que nunca han presenciado esta labor, que por otra parte, fue sustituida a mediados del siglo pasado por las grandes cosechadoras que incorporan en su tecnología sistemas para separar paja y grano.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

Además, se han realizado visitas guiadas al molino, degustaciones de embutidos y diferentes alimentos, una exposición de aperos agrícolas antiguos, talleres de manualidades y, para acabar, un vermú musical y una “comida de labradores”.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

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