La Rioja

La Rioja, la comunidad donde nunca pasaba nada

La Rioja acumula once asesinatos en los últimos tres años y medio

Enero de 2020. Adriana Ugueto asesinaba a su hija Carolina en una habitación del Hotel Los Bracos. Desde entonces once asesinatos han puesto los pelos de punta a una región poco acostumbrada a los sobresaltos macabros. Algunos con más intensidad mediática, otros casi en el silencio más absoluto. Los expertos no se atreven a señalar un sólo factor que haya motivado el cambio en La Rioja que ha pasado en sólo dos años de ser la tercera comunidad más segura del país a pasar a la sexta.

A pesar de que todos coinciden en que la sensación de que La Rioja es una comunidad segura sigue presente entre los riojanos. La realidad es evidente, lo que antes era un caso puntual ahora se ha convertido en casi una costumbre anual. Si en 2020 y 2021 se registraron cuatro asesinatos por año, la cifra bajó a uno en 2022 y ya son dos los que ha tenido que lamentar la región en lo que llevamos de año.

Sergio Andrés Cabello, doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad del País Vasco, es prudente ante la situación que está viviendo la comunidad. “Cuesta encontrar una causa estructural”, asegura.

Lo primero que especifica son las diferentes violencias con las que nos hemos encontrado en los últimos años. “Deberíamos diferenciar claramente la violencia machista del resto de la delincuencia común porque creo que es completamente distinta”. El profesor asegura que “con el tema de la violencia machista aún queda mucho camino por recorrer y muchas cosas que hacer para intentar terminar de una vez con ella”.

FOTO: EFE/Raquel Manzanares.

Así, centrándose en el resto de delincuencia con violencia, asegura que aunque es complicado encontrar una causa estructural, la realidad es evidente. “Creo que el momento de inflexión es el asesinato de la niña Carolina y después la llegada de la pandemia”, certifica. Aún así sigue creyendo que “es verdad que a pesar de haber tenido once asesinatos en los últimos tres años y medio la realidad es que la percepción de la ciudadanía sigue siendo que la región es segura y no se ha propiciado una alarma social”.

Aunque supone complicado buscar motivo concretos, Cabello señala el cambio de La Rioja “a una sociedad cada vez más compleja” y detalla que “estas situaciones se daban hace unos años en escenarios más urbanos, más complejos, en zonas con más población, pero ahora pasa más en cualquier sitio y es porque ya cualquier tipo de sociedad es compleja”. Comenta de unos sucesos que “empiezan a no llamarnos ya la atención”.

El problema de la salud mental se suma al de la complejidad de las sociedades. Cada vez vivimos más tensos, “hay más crispación, estamos más desquiciados, somos más impulsivos” y eso provoca que ante situaciones concretas la gente reaccione de forma inusual. “Una simple pelea de tráfico el otro día se convirtió en una desgracia”.  “Hay una inestabilidad mental preocupante”, señala con todas las reservas.

“Es posible que se trate sólo de una racha puntual pero, si hay que valorar causas, podrían ir por estos dos motivos: la complejidad de la sociedad y la inestabilidad en la salud mental”, asegura. Aún así, sigue valorando: “Creo que, de todas formas, los riojanos siguen teniendo la sensación de que viven en una región segura”.

En estos últimos términos también se explica Beatriz Arraiz, delegada de Gobierno en La Rioja: “Tal y como demuestran los datos objetivos que transmiten Policía Nacional y Guardia Civil al Ministerio del Interior para realizar el balance de criminalidad de cada región, La Rioja se sitúa como la sexta comunidad autónoma más segura de España en 2022”.

Con una tasa de criminalidad de 36,9 hechos penales conocidos por cada mil habitantes, 12 puntos por debajo de la media de España, que ya en sí demuestran que es un país seguro con tasas inferiores a Reino Unido, Alemania, Dinamarca o Bélgica.

Foto: Javier Belver (EFE)

“Estos buenos datos son fruto, sin ninguna duda, de la profesionalidad y buen ejercicio de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”. La Rioja alcanzará los 1.642 efectivos gracias a la paulatina incorporación a sus comisarías y cuarteles durante este verano de las últimas promociones de agentes que han superado el proceso de formación.

“El crecimiento orgánico de las plantillas ha permitido recuperar en los últimos cinco años un total de 179 plazas netas, lo que se representa una subida del 12,2 por ciento desde 2017. Sin embargo, durante los siete años anteriores, se había producido un descenso sostenido de agentes de policía nacional y guardia civil, con una pérdida total de 238 efectivos entre 2011 y 2017, un proceso que ha sido prácticamente revertido en cinco años”, asegura.

También diferencia unas violencias de otras, tras el lamentable asesinato machista del pasado fin de semana de una mujer en Logroño: “Creo que es importante diferenciar la violencia de género de la delincuencia común, esta violencia machista que sufren las mujeres por su condición de género es una de las manifestaciones más claras de la desigualdad, subordinación y de las de relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres”.

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