La campaña de la fruta ha adelantado su fecha de inicio en La Rioja, un año más. Alguna variedad ya se ha arrancado del árbol, pero el plato fuerte de la cosecha se espera que se produzca en las próximas dos semanas en las zonas de La Rioja Baja, por lo que los agricultores ya se ponen en la línea de salida para iniciar una nueva carrera que en algunos casos se prolonga durante varios meses.
De la mano va la apertura del albergue de temporeros de Alfaro, que este año también se apresura a abrir sus puertas. Lo hará el próximo 10 de agosto, diez días antes que el año anterior, y mantendrá el servicio hasta el 20 de septiembre para cubrir la demanda de los productores de fruta de hueso y pepitas, principalmente, pero también de uva. Con un aforo de 50 personas, ampliable a 60 si fuera necesario, la ocupación siempre cubre el ‘completo’.
“La demanda que tenemos es mantenida en el tiempo, no se ha visto incrementada ni mermada en los últimos años”, apunta Pilar Armendáriz, concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Alfaro. Y el perfil de agricultores que echan mano de este servicio abierto desde 2016 también es similar año tras año: “No son los propietarios de grandes explotaciones, de estas que tardan varios meses en recoger toda la producción y prácticamente tienen seleccionada su cuadrilla de trabajadores. Más bien son agricultores pequeños o medianos que tienen más dificultades para aportar un alojamiento a estos trabajadores temporales, por lo que son quienes más aprovechan el albergue”.
El municipio está a las puertas de comenzar una temporada en la que se llega a mover una mano de obra de entre 500 y 600 personas, por lo que el volumen de gestión es importante y ahí aúnan fuerzas diferentes organizaciones y entidades: “Hay una plena coordinación entre el Ayuntamiento de Alfaro, nuestra Policía Local, la Guardia Civil, el Centro de Salud, Cruz Roja, Cáritas y ARAG-ASAJA para que todo transcurra bien y se ofrezca un buen trato a las personas que vienen a trabajar. Por no hablar del propio agricultor, parte importante en este albergue porque son ellos quienes demuestran que el trabajador está empleado”.
Un servicio que abastece a fruticultores, pero también a viticultores que apuran las últimas semanas antes de empezar a recoger los granos. Es el caso de Jesús Carra, quien en más de una ocasión ha echado mano de las personas llegadas desde lejos para alojarse en este albergue a la espera de un contrato de trabajo.
“Suelo coger una cuadrilla fija que ya reside en Alfaro, pero luego además tengo que echar mano de más gente, por lo que este albergue viene de maravilla para facilitar esa búsqueda, así como su alojamiento. Sería inviable para muchos agricultores tener que facilitar una vivienda a cada una de las personas que contrata”, apunta. La vendimia vuelve a venir adelanta y es probable que repita el calendario del año pasado, cuando Jesús sacó los cestos y las tijeras al campo un 2 de septiembre y no los recogió hasta San Mateo.
El albergue, recuerda la concejala, va destinado a gente que trabaje en el campo, “y que trabaja para agricultores de Alfaro”, aunque bien es cierto que se conceden tres días de cobertura para quienes lo necesiten aunque no estén trabajando en ese momento “siempre y cuando haya plazas libres en el albergue”. Subvencionado por el Gobierno de La Rioja con un montante económico de 25.000 euros, este servicio de duchas y baños, zona de descanso y comedor ofrece “todo lo necesario para facilitar la estancia a quienes acuden a trabajar”. Todavía no hay ninguna empresa adjudicada para este contrato de servicios, cuyo plazo se mantiene abierto hasta el 31 de julio.
