Muchos ya están en ellas, otros ya han vuelto y la mayoría están organizando los últimos flecos para irse. Los riojanos saldremos más de vacaciones que en los últimos tres años. Las cifras que manejan desde la asociación de Agencias de Viajes de La Rioja, integrada en la FER, es que se están superando las cifras de 2019, el último año de normalidad antes de la pandemia.
“Siempre comparamos con ese año porque 2020 y 2021 fueron prácticamente nulos y en 2022 aún había alguna restricción y sobre todo bastante recelo”. Así, las cifras apuntan a que se superarán los números de 2019. “Este 2023 lo podemos considerar como el de la recuperación definitiva” en lo que se refiere a vacaciones de verano.
Pero, ¿a dónde nos vamos los riojanos? Pues si nos quedamos dentro del país, las opciones más elegidas son la Costa Dorada, Peñíscola y Benidorm, Andalucía y las islas, tanto las Canarias como las Baleares.
“En viajes de largo recorrido los riojanos somos de Estados Unidos, especialmente Nueva York, y en media distancia lo más elegido este año es Grecia, Turquía y Egipto, este último por los vuelos directos que salen desde Logroño”, detalla.
Entre las novedades de este año, dos destinos europeos: Albania y Bulgaria. “Albania probablemente porque sale un vuelo chárter desde Logroño el próximo 29 de julio y es muy cómodo hacerlo desde aquí mismo, y Bulgaria porque es un destino muy novedoso, con hoteles muy nuevos y además muy asequible”.
¿Se acabaron los viajes a Cancún y la Riviera Maya? Nada de eso. “Es un destino que no se elige mucho en verano; el que se lo puede permitir lo hace de octubre a mayo, porque en el resto de los destinos el tiempo es peor”.
Una vez elegido el lugar, hay que escoger días y compañía. Para eso el riojano es muy clásico. “Lo normal es que lo hagan durante siete días (seis noches) y en familia, aunque cada vez se está poniendo más de moda viajar solo, hay muchos mayoristas que ya se dedican a este tipo de viajes y se están contratando cada vez más”.
Por otra parte, agosto sigue siendo el mes por excelencia para irse de vacaciones. “Especialmente porque hay muchas empresas que cierran ese mes y es el único que tienen muchos trabajadores, pero los que pueden optar cada vez eligen más o junio o septiembre”. Los motivos son claros: menos masificación y mejores precios.
Julio, al parecer, no es mes muy vacacional para los riojanos, que no han tenido que cambiar mucho sus previsiones por la cita electoral. “Los que ya las tenían contratadas esos días no han tenido ningún problema para presentar recurso y eximirse de ser mesa y los que tenían la intención de hacerlo en esas fechas han cuadrado bien decidiendo salir un día más tarde”.
Lo que no cambia (o al menos no demasiado) es la costumbre riojana de dejar las vacaciones para último momento. “Somos muy de eso, aunque explicamos que ya no hay chollos de última hora y que los viajes salen mucho más económicos si los reservas con tiempo Vamos empezando a concienciar sobre eso, pero aún cuesta”.
