No ha habido sombra que calmara el fuego que salía del asfalto ni cerveza fresquita o movimiento de abanico que pudiera con el calor que ha acompañado a La Rioja este martes. Avisados estábamos, ya que la Agencia Estatal de Meteorología había anunciado altas temperaturas para esta jornada, es más, había declarado el nivel naranja. Aún con todo, nadie está preparado para este bochorno que deja locos los termómetros situados al sol que llegan a marcar incluso 46 grados.
La temperatura máxima real no ha sido tan exagerada, pero los 39 grados de Calahorra han cundido, y mucho. Los vecinos de Agoncillo tampoco han escatimado en agua cunado han visto y sentido los 38,2 grados que han marcado sus mercurios. Y en Quel, las máximas han alcanzado los 37,9 grados.
Una alerta naranja que se ha dejado sentir sobre todo en La Rioja Baja. Como ejemplo, además de la ‘sartén’ calagurritana, Aldeanueva de Ebro y Alfaro con 37,5 grados. Mismo calor prácticamente que en la capital riojana, que ha marcado su máxima en 37 grados.
Por el contrario, en municipios como Foncea o Pazuengos se ha podido respirar mucho mejor con máximas que no han pasado de los 24,2 y 25,7 grados respectivamente.
¿La buena noticia? Los dos dos días de respiro que tenemos por delante. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé para este miércoles un descenso de las temperaturas más notable en las máximas, concretamente, casi 10 grados menos. La situación se mantendrá un día más para, el viernes, volver a sufrir y sudar con los termómetros marcando, incluso, 41 grados.
