La historia de la familia de Salwa y Samer podría haber sido la de miles de familias que han tenido que viajar a miles de kilómetros casa para escapar de la guerra. En cambio, todo cambió este sábado con un asesinato que ha dejado a todo el país estupefacto y a tres niños sin madre. Samer, según ha confesado él mismo, acabó con la vida de Salwa y después intentó arrojar a sus hijos al río Ebro.
Tras cuatro años en un campo de refugiados del Líbano, después de salir de su Siria natal y de un conflicto bélico que lleva años enquistado, su periplo les trajo a La Rioja. No iban solos, ya que también les acompañaron sus tres hijos -dos niñas y un niño-. “Los recibimos el 29 de junio de 2016 y llegaron desorientados, un poco con miedo…”, explicaba en 2019 la responsable del área de Extranjeros Cruz Roja La Rioja.
“A la llegada era todo muy difícil para mí. Entender lo que decían era muy difícil”, explicaba entonces la propia Salwa (2019). Lograron convertirse en unos logroñeses más, a tenor del cariño con el que hablan de ellos desde el colegio Madre de Dios. “Toda la comunidad educativa lamenta profundamente este terrible suceso entre una de las familias queridas del centro”.
Durante los primeros seis meses fueron incluidos en un programa del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, con un itinerario personalizado. Después de vivir en un centro empezaron a llevar una vida más independiente. Enseguida hicieron planes para vivir en La Rioja. Él, ingeniero mecánico, y ahora detenido por el asesinato de su mujer, encontró trabajo. Ella era psicóloga y su intención, en el ya aquel lejano 2019, era hacer un curso en la Universidad de La Rioja para poder equiparar sus estudios y aprovechar su formación.
Este sábado, esta vida de superación daba un vuelco de 180 grados. Él confesaba haber terminado con la vida de su mujer e intentaba hacer lo propio con la de sus tres hijos. Que el pequeño se escapase y pidiese ayuda permitió a la Policía Local y a la Policía Nacional salvar la vida de los tres niños, así como de detener al presunto asesino.
