La Rioja

La calle Sagasta, a juicio de comerciantes y vecinos

El entonces alcalde y ahora líder de la oposición, Pablo Hermoso de Mendoza, anunció el pasado 8 de mayo la mejora de la calle Sagasta. El objetivo de convertirla en una vía de prioridad peatonal con plataforma única, tal y como ha comentado el actual portavoz del PSOE, “fue un acuerdo con la ciudadanía, quienes pedían poder transitar con vehículo en ambos sentidos y mantener los horarios de carga y descarga”.

Pavimentar la zona fue una de las ideas que planteó Hermoso de Mendoza, además de “realizar mediante asfalto impreso las intersecciones conservando figuras metálicas tradicionales como es la del Camino de Santiago”. Dentro del plan también se incluía “la sustitución de luminarias existentes por tecnología led y la canalización del cableado y fundición dúctil por la red de abastecimiento de agua potable”. Un proyecto adjudicado a principios de año y que supuso un importe de 1,17 millones de euros.

Sin embargo, Conrado Escobar, actual alcalde de la ciudad, ha anunciado esta semana que paralizan ese proyecto para hacer uno nuevo. En rueda de prensa junto con el concejal de Urbanismo, Javier Martínez, informaron del rechazo de las obras con el fin de mantener el diseño actual, pero con mejoras: “La calle Sagasta, en pleno centro histórico de la ciudad, es conexión natural entre el centro y la orilla norte del Ebro”. A su vez, aseguró que esta decisión “es una manera de atender a las prioridades de los vecinos”.

 

Además de la unión de ambas orillas del Ebro, al tratarse de una arteria de comunicación fundamental, el no ejecutar las obras “también permitirá el acceso de mercancías al Mercado de San Blas y al resto de comercio y hostelería”. Pese a que las obras finalmente no se vayan a llevar a cabo, Escobar pidió que “los técnicos municipales estudien la modificación del plan original”, ya que, para el cambio del proyecto, “también hay que mejorar el recorrido peatonal en los cruces de calles transversales y la seguridad del tráfico rodado con velocidad reducida”.

Tras las reuniones pertinentes, a diferencia del proyecto inicial liderado por Hermoso de Mendoza, el alcalde expuso que se han establecido dos premisas: “Mantener las actuales aceras y bordillos de granito rosa y el actual diseño y trazado en la red de saneamiento para la recogida de agua junto a los bordillos”. Escobar ha detallado que “lo más importante es que la ciudad mejore y el comercio funcione”.

Para ello, el Partido Popular tratará de recomponer el proyecto para “aprovechar, en la medida de lo posible, la financiación europea”. A su vez, el alcalde de la capital riojana ha señalado que “procuraremos que el coste para el Consistorio sea inferior al proyecto del que se desiste con el fin de conseguir un resultado más satisfactorio”. Escobar intentará que “los cruces transversales de la calle Sagasta tengan mejor tráfico peatonal y mayor seguridad”. Además, influye que el tramo entre las calles Portales y Muro de la Mata tienen “una doble acera de más de 3 metros, dos vías de circulación y una banda de carga y descarga”.

Por ello, Martínez ha explicado que analizarán “posibles alternativas para una obra que se podrá realizar a finales de año, pero no antes de San Mateo”. Junto con Escobar, completa que “también se revisarán los proyectos de las calles de Duquesa de la Victoria, Avenida de Portugal y San Antón”.

Los vecinos y comerciantes hablan

Pese a la insistencia de Hermoso de Mendoza en la necesidad de mejorar la calle a lo que “alumbrado, canalizaciones, pavimento y tránsito peatonal para incentivar el comercio” se refiere, los vecinos y comerciantes discrepan.

Raul Sáenz, de Atleet Deportes K2, se posiciona “totalmente en contra de las obras”, un proyecto que si hubiera salido adelante salpicaría de pleno en su comercio: “Probablemente hubiéramos tenido que cerrar”. Para este comerciante es de sentido común que “una cosa que está bien no se tenga que remodelar”. Además, al ser una zona de acceso para mucha gente de otras provincias y pueblos limítrofes, considera que la calle “jamás se puede dejar peatonal”. Sáenz completa que “es necesario que haya zonas no peatonales para que se mueva el tráfico rodado y, así, se poder fomentar el comercio local”.

Más de lo mismo le ocurre a Jan Salsas, de More Art Tattoo: “Si se peatonaliza la zona no va a pasar tanta gente”. Identifica esto como “una faena” y menciona que “tenía miedo” del periodo de tiempo que durasen las obras: “Ya sabemos cómo funcionan estas cosas en Logroño. Seguramente la calle estaría mucho tiempo cortada, sin pasar ni un alma”.

Desde La Casa del Pimentón, Enrique Gil presenta que “los comerciantes han recibido muy poca información”. Sin embargo, reconoce una preocupación: “ Los contenedores de basura que tengo delante de la tienda hacen que tenga uno de los suelos más sucios de todo Logroño. Llevan sin limpiarse un año”.

A diferencia de la idea que tiene el líder de la oposición de “avanzar la ciudad y no paralizarla”, Sandra, una vecina de la zona, comenta que “hay que tener en cuenta los coches, porque, ante la falta de aparcamiento, son cada vez más las personas que prefieren comprar en un centro comercial”. María Ángeles, otra de las vecinas de la zona, comenta que “si la calle llega a ser peatonal, deberían hacerse parkings baratos” y concluye su opinión con que “si peatonalizas, da oportunidades y motivos para que la gente pueda seguir entrando en la ciudad, comprando en el comercio local y brindándole a Logroño el ambiente que siempre ha tenido”.

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