El astro

Las tormentas de junio no sacan al Iregua de su situación de emergencia

La CHE mantiene la situación emergencia en el Iregua por la sequía prolongada

Embalse de Pajares. FOTO: EFE/ Fernando Díaz.

Las precipitaciones caídas durante el pasado mes han permitido mejorar los indicadores de sequía y escasez en la Cuenca del Ebro con respecto a los del mes de mayo, pero la Confederación Hidrográfica (CHE) mantiene las medidas de contención, ya que el 74 por ciento de este territorio permanece en situación de sequía prolongada.

En el Iregua, la situación también ha mejorado ligeramente con las precipitaciones caídas durante el último mes y con las que los embalses de González Lacasa (52,2 por ciento) y Pajares (34,8 por ciento) han incrementado sus niveles de reservas. Sin embargo, el estrés hídrico perdura y la zona no se desprende aún de la situación de emergencia.

Mejor panorama muestra el embalse de Mansilla, al 86 por ciento de su capacidad, ya que ha soportado mejor la sequía y en la actualidad el índice de escasez sitúa esta zona en situación de normalidad, tal como refleja el Informe Mensual de la CHE publicado este miércoles.

La situación en el resto de la cuenca del Ebro

Según datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) del organismo de cuenca, en el actual año hidrológico (desde el 1 de octubre hasta el 30 de junio) ha llovido un 9 por ciento menos que lo habitual, si bien, en mayo la situación era de un 25 por ciento menos, lo que pone de manifiesto la mejoría que han supuesto las lluvias de junio, según informa la CHE en una nota de prensa con motivo de la publicación este miércoles del informe mensual de los indicadores de sequía y escasez correspondiente al mes de junio.

En concreto, este mes de junio se ha recogido un volumen 103 mm/año, más del doble de la media de lo últimos 22 años (2022-2023) y, además, es el máximo de toda la serie, lo que ha permitido aliviar la situación de sequía prolongada en la cuenca, que en mayo afectaba al 85 por ciento de la cuenca, con excepción de las unidades territoriales (UTS) del Jalón y Martín.

Las copiosas lluvias de junio han permitido salir de la situación de sequía a la UTS del Irati, Arga y Ega así como a la del Matarraña. Respecto a la situación de escasez también han mejorado las unidades territoriales relacionadas con el Pirineo central, de modo que han pasado de situación de emergencia a alerta la del Gállego-Cinca y la del Aragón y Arbas.

Asimismo se mantienen en alerta Huerva, Noguera-Pallaresa y Noguera-Ribagorzana. Con carácter general, el 20 por ciento de la cuenca del Ebro se encontraba en situación de emergencia en junio frente al 42 por ciento de mayo.

Durante el mes pasado, el organismo de cuenca ha mantenido la actividad en el marco de las comisiones de desembalse de las Juntas de Explotación, especialmente en la UTE del Segre), en la que, aunque se ha producido un incremento de las reservas, todavía persiste la situación de escasez intensa. En otras zonas se han producido mejoras que han supuesto relajación temporal de las dotaciones, aunque y una vez pasadas las lluvias se han vuelto a aplicar prorrateos.

La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para el verano indica que puede ser algo más húmedo de lo normal, aunque cálido y es por lo que la CHE recomienda mantener la prudencia en el uso del agua de acuerdo a los recursos disponibles y atender a las recomendaciones de las comunidades de usuarios.

La CHE subraya asimismo que aunque las infraestructuras de almacenamiento son esenciales para esta situación, “igualmente importante es la gestión colectiva y responsable en el uso del agua a partir de las comunidades de usuarios y del entramado social y administrativo que trabaja por una gestión sostenible del recurso”, línea en la que considera que “se debe seguir trabajando”.

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