AERTIC es el clúster de empresas TIC de La Rioja y aglutina a las entidades más representativas del sector en la región. En la actualidad cuenta con 109 empresas, tal y como ratificaron en la Asamblea General celebrada el pasado 28 de junio, en una constante e imparable evolución desde su puesta de largo allá por el año 2006. Entonces, esta asociación sectorial daba cabida a todos esos intereses comunes de las empresas del sector, principalmente en labores de formación de sus trabajadores y de representatividad. Porque, tal y como asegura hoy en día José Pancorbo, presidente de AERTIC, “la tecnología es cualquier elemento de la ciencia que permite la transformación de cualquier proceso del ser humano”. Y esta definición sigue teniendo vigencia, más si cabe con las crisis sucesivas vividas durante este siglo XXI. “Los saltos de la ciencia siempre se han dado en las épocas de crisis”, reconoce Pancorbo, “porque el ser humano no avanza en los tiempos de bonanza, lo hace por imperativo, cuando las cosas van mal”.
De ahí que la llegada de la crisis de 2008, unida a la necesidad de especializarse ante los fuertes cambios sufridos por el sector con la irrupción de nuevos paradigmas que dejaban pronto obsoletos los productos de las compañías, hizo que las empresas se aglutinaran en torno a la necesidad de incorporar mayor valor y especialización a sus productos, configurándose en torno a la figura de un clúster especializado en el sector agroalimentario y en el desarrollo de los servicios basados en internet. De esta forma, en el año 2010, comienza la actividad del clúster del sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación de La Rioja. “Entendimos que ya éramos lo suficientemente relevantes como para sentarnos en una mesa y dialogar sobre cuestiones muy básicas pero que nos confirieron una identidad asociativa clara”.
De 1,8 a 13,30 millones de euros en tres años
Y los resultados fueron inmediatos, AERTIC pasa de 35 a 109 socios, para formar una única voz lo suficientemente clara como para poner encima de la mesa varios asuntos, entonces, urgentes, “como la venta pública, es decir, que las administraciones públicas riojanas compraran a empresas riojanas las soluciones tecnológicas que precisaran. Lo que ahora parece lógico antes no lo era tanto”, recuerda José Pancorbo, y remarca un segundo asunto central durante los primeros pasos de AERTIC como asociación: “Ser más visibles en el mercado local”.
Pero la tecnología es transversal, y La Rioja está configurando un espacio propio a nivel nacional y internacional. “Nos hemos transformado como asociación”, afirma su presidente. Y así, AERTIC es trascendente también fuera de la región. “Somos una maquinaria para crear proyectos, de tener 1 empleado a ser ahora mismo cinco personas, lo que nos está permitiendo ser reconocidos a nivel nacional”. Para Pancorbo, “esta apuesta ha sido trascendental”. En el periodo 2019-2022 se financiaron 36 proyectos, frente a los nueve conseguidos en el periodo anterior. En cuanto a importes, se sitúan en 13,3 millones de euros, frente a 1,8 millones del periodo anterior. Gracias a este trayectoria AERTIC ha recibido la clasificación de Oro como clúster.
Más del 4 por ciento del PIB riojano
Los resultados del periodo 2019-2022, con todo tipo de turbulencias, arrojan la imagen de un clúster que se adapta y mejora, atendiendo a las necesidades de sus socios y de la sociedad. “Estamos consolidando y diversificando sus capacidades económicas, ampliando el equipo humano e incrementando su nivel de actividad para atender las necesidades del sector TIC”, remarca Pancorbo. Mantiene una productiva colaboración con el Gobierno de La Rioja, que aporta estabilidad y protagonismo a AERTIC como agente clave en el futuro del sector TIC riojano, que genera el 4 por ciento del PIB. En el caso riojano, la evolución en cuanto a volumen de negocio ha sido más o menos estable desde 2016 (último dato en la elaboración del plan anterior) hasta 2019, sufriendo un incremento significativo en 2020, de un 8 por ciento, hasta superar los 242 millones de euros, el mejor dato desde 2011.
El personal ocupado muestra un hito histórico, ya que el sector TIC riojano supera por primera vez los 4.000 empleos, con un vertiginoso crecimiento de un 48 por ciento entre 2018 y 2020, para llegar en la actualidad a los 4.323. “Esto es una muestra de la pujanza del sector TIC, con unos niveles de creación de empleo mucho más dinámicos que el promedio de la economía”, apunta Pancorbo.
Formación para una digitalización inclusiva
La tecnología es un elemento que aporta igualdad en la inserción laboral. “La tecnología ayuda a empatar las capacidades, clave para la inserción laboral de las personas con discapacidad”, advierte Pancorbo. “La tecnología ayuda en el proceso de conciliación familiar para los hombres y las mujeres”, pero remarca el presidente de AERTIC que “el uso de la tecnología también puede ser un deshabilitador laboral”. Apunta hacia la tercera edad, “que necesitan de formación”, como la que demandan los trabajadores: “Debemos tener en cuenta que puede existir una masa de trabajadores que parecían válidos para sus puestos de trabajo pero que se pueden quedar deshabilitados laboralmente por la utilización de la tecnología en las empresas”. La formación es esencial para evitar esta situación. “Como sociedad debemos invertir en la capacitación de los trabajadores, también de los empleados, en todas las materias tecnológicas o los vamos a deshabilitar. Y este es un riesgo que no podemos correr”.
