Un atropello. Otro más. En forma de falta de respeto, de ninguneo, de soberbia y despotismo esta vez. Igual que un año atrás. Las consecuencias, fatales: Diego Urdiales se queda fuera de los carteles de Bilbao. Urdiales sin Bilbao o Bilbao sin Urdiales. Insoportable de cualquier forma. Se mire por donde se mire. Da igual el orden. Sólo la certeza: el toreo convertido en negocio sin el más mínimo de los escrúpulos. Tan lejos de sus valores. Tan alejado de su grandeza.
Los méritos de Urdiales sobre la negra arena de Vista Alegre son de sobra conocidos por el aficionado. Y por el empresario. Desde 2008. Desde la forma más rotunda de torear al natural a aquel temible “Cacareo” de Victorino Martín hasta la sublimación del toreo frente a ‘Gaiterito’, aquel bravo toro de Alcurrucén. Diecisiete tardes, tres puertas grandes, tres, dieciséis trofeos y dos vueltas al ruedo. Ocho tardes anunciado con los toros de Victorino Martín, seis orejas cárdenas en el esportón. Pero más allá de los números, siempre prevalece el toreo y la torería, que, por Bilbao, se llaman Diego y se apellidan Urdiales Hernández.
Ha debido de dar igual todo eso. Como tampoco quienes contratan ganaderías y toreros han caído en la cuenta de que hace unos años llamaron a Diego a tres horas de una tarde de toros y allá que se fue el de Arnedo para vestirse de torero en la misma enfermería de Vista Alegre. Y sigue vestido de torero. Con alamares o sin ellos. Y eso es lo que duele.
“Diego, Fuente Ymbro, el martes”. “No hombre, no. Que, porque a mí no me embista un toro por derecho desde hace más de nueve meses, sigo siendo el mismo de todas esas tardes de buen toreo en Bilbao”. “Es lo que hay, Urdiales”.
A partir de ahí, el torero pidió pasar la tarde de Fuente Ymbro al viernes y/o entrar en una tarde más con los toros de Juan Pedro, Victoriano del Río o El Puerto de San Lorenzo. Es decir, que ni Urdiales se negó a entrar en un único cartel de las ‘Corridas Generales’, ni se negó a matar los toros de Fuente Ymbro. La negativa fue, en realidad, aceptar sólo lo de Fuente Ymbro el martes.
Claro que es la versión del entorno del torero. La de la empresa no ha pasado del doble tick azul de whatsapp a mi pregunta.
La honra sin mancillar. Y es ahí donde reside el mérito del torero y del artista. Y Logroño, a la vuelta de la esquina. Cuidado.
Sea lo que sea, olé tú, torero. Pero qué pena da el sistema, joder.