Desde comienzos del siglo XXI, la demanda de la enseñanza en América Latina ha experimentado un fuerte crecimiento que en los últimos años se está intensificando hasta contar actualmente con 32 millones de estudiantes y con previsiones de que en 2060 se conviertan en 64 millones. “Los alumnos que están accediendo a la universidad en los últimos 15 años proceden de épocas donde la natalidad en esos países fue muy fuerte. Años donde la tasa de fecundidad era de cuatro o cinco hijos por mujer”, señala Rafael Puyol, presidente de UNIR.
Además, a este crecimiento de población lo acompaña la proliferación de la enseñanza online, pero, “desgraciadamente, el aumento de la demanda no ha ido de la mano con el aumento de la calidad. Ese es precisamente uno de los retos fundamentales de la educación en América Latina, desarrollar sistemas de enseñanza mejores de los existentes”.
Y otro desafío es el de la inclusión. “Hay una estadística que pone de manifiesto que la mayor parte de la gente que llega a las universidades pertenecen a la clase media-alta, sin embargo, las personas con bajo nivel adquisitivo no alcanzan los niveles educativos deseables”. Tal y como destaca Puyol, precisamente estos alumnos son los denominados ‘estudiantes de primera generación’, puesto que son los primeros de su familia en llegar a la universidad.
La mayoría de ellos no llegan a este tipo de enseñanza por razones económicas, pero también existen otro tipo de circunstancias como el vivir lejos de los centros presenciales o tener otro tipo de obligaciones laborales o familiares que impiden este acceso. “Para este tipo de personas hay dos soluciones: proporcionar una enseñanza virtual de calidad, lo que requeriría una buena conectividad, y en segundo lugar, que los gobiernos y las propias universidades hagan un esfuerzo económico para lograr que nadie con auténtica capacidad se quede fuera del sistema por razones económicas. Para eso la implementación de sistemas de ayudas, de becas, de préstamos se convierte en algo fundamental”.
UNIR contribuye al desarrollo educativo en todos los niveles en América Latina “porque somos una universidad de referencia en la enseñanza virtual con una proyección social que forma parte de nuestro ADN. Contribuimos para que la gente pueda realizar estudios de cualquier nivel estableciendo planes de ayuda, sistemas de becas, de movilidad, presenciales…”, además de actividades como el ‘Encuentro de Líderes Iberoamericanos por la Educación’ que se ha celebrado en Logroño.
Proyectos educativos
Una treintena de líderes educativos de Colombia, Ecuador, Perú y Panamá, fundamentalmente, han participado en este foro de intercambio de buenas prácticas en Educación Primaria para un enriquecimiento mutuo en temas comunes como el bienestar emocional en los centros educativos y la formación en competencias digitales.
Uno de estos proyectos es el que ha expuesto Alejandra Carolina López, secretaria de Educación del departamento colombiano de Bolívar, donde han tratado de luchar contra el abandono escolar a través de una estrategia de alimentación. López destaca que el contexto en el que se encuentran muchas familias actualmente es de alta vulnerabilidad donde existen problemas socio económicos muy fuertes donde muchos niños dejan de asistir a la escuela porque sus padres no tienen manera de garantizarles alimentación.
Así nace esta estrategia, la de alimentación escolar, que trata de suministrar complementos alimenticios en la escuela diseñado un modelo de gestión que ha permitido que padres de familia, docentes y por supuesto estudiantes se integre alrededor de este programa. Además, han conseguido concretar el primer menú con enfoque étnico diferencial que tiene el país.
“Nuestro departamento es el primero en el país que ha logrado sentarse con comunidades étnicas de comunidades afrocolombianas, raizales, palenquera para definir qué quieren que consuman sus hijos, dándole un sentido de respeto a la identidad cultural de estos grupos”.
Este programa ha permitido reducir el abandono escolar en esta comunidad en tres puntos durante los últimos dos años, en los que se ha dado prioridad a los niños más pequeños, de 5 y 6 años, aunque “no hemos conseguido una cobertura total, estamos en el 60 por ciento”. Pero, aún así, Alejandra ha considerado que los resultados obtenidos demuestran que “esta idea puede trasladarse a otros territorios de Hispanoamérica en los que existan las mismas condiciones de vulnerabilidad asociada a la pobreza y al hambre”.
Otro de los proyectos presentados ha versado sobre el ‘Fortalecimiento y dignificación del magisterio’. En este caso, María Belén Palacios, subsecretaria de Desarrollo Profesional en el Ministerio de Educación de Ecuador, ha explicado que “nuestro objetivo es robustecer la carrera profesional con la implementación de un nuevo escalafón, ejecutando concursos de méritos y oposición, implementando la homologación salarial, reduciendo el déficit de docentes que tiene el sistema educativo e incrementando los programas de formación permanente”.
Además, Palacios ha subrayado que “también desarrollamos una bolsa de empleo que se abre todos los meses donde nosotros ofertamos las plazas de trabajos que puedan irse necesitando a nivel nacional y sobre esa base los docentes se pueden vincular a través de contratos o nombramientos provisionales”.
También trabajan en el área de formación docente permanente y profesionalización “que permite que los profesores accedan a nuestros programas para que vayan creciendo en el escalafón del magisterio haciendo carrera de manera totalmente gratuita.
La comitiva de Ecuador también ha puesto sobre la mesa otros ocho proyectos adicionales enfocados a dar atención de manera directa a grupos relacionados con la educación, como por ejemplo las aulas hospitalarias enfocadas a aquellos niños que tienen alguna condición de salud agravada y no pueden regresar a sus instituciones educativas. “Hemos diseñado un programa que permite que el docente ayude a todos estos niños para darles atención directa y que no sufran rezagos”.
