La Rioja

La temporada de setas y hongos vuelve al ataque y los peligros acechan

Durante semanas han permanecido bajo un sueño profundo, pero la humedad en el terreno que han dejado las últimas y torrenciales lluvias han proliferado el despertar de los hongos y setas que emanan en los montes riojanos y, sobre todo, el despertar de sus amantes recolectores. Las cestas recorren estos días prados y laderas en busca de estos manjares gastronómicos que no ponen nada fácil su captura. Vista de lince y paciencia.

La temporada micológica se alarga así unos días más, al menos, hasta que perduren las precipitaciones y las altas temperaturas no vuelvan a ganar protagonismo (a partir de este miércoles los termómetros ya vuelven a bajar de los 30 grados). Una temporada que poco tiene que ver con la del año pasado, cuando el calor marcó los ciclos acortando mucho el momento de recolección ante unas lluvias que pronto desaparecieron del mapa. Así que, mientras siga lloviendo, ¡alegría para el monte!

“Siempre y cuando no hagan calores excesivos, por encima de los 33 grados, se podrán seguir recogiendo setas y hongos en zonas de pinar de alta montaña, pero también en los carrascales y robledales. Sobre todo ahora se pueden encontrar setas termógenas, habituales del verano, como son los boletus pinícolas, aereus y reticulatus, las amanitas caesáreas, setas de prado como las senderuelas, algunos perretxikos,…”, expica Josué Rodríguez, biólogo y experto micológico.

Eso sí, una vez más, toca estar ojo avizor con lo que se coge prestado del campo. El pasado fin de semana se produjeron varias intoxicaciones por el consumo de unas setas de primavera muy similares a las perretxikos, pero que resultaron ser venenosas. Una confusión que obligó a los individuos a acudir al Hospital San Pedro por indisposición para realizarse las oportunas observaciones.

“Cada vez que se sale al monte a por setas u hongos hay que saber qué es lo que se recoge porque es muy fácil equivocarse si no se conocen bien las diferencias físicas de los productos que son comestibles y los que no”, remarca el experto. Puntualiza que es muy común confundirse con los boletus: “Las intoxicaciones que más se están viendo ahora son con boletus del grupo imperator y rubroboletus, conocido también como satanás, porque son típicos de verano y altas temperaturas. Son aquellos que tienen los poros y pies rojizos y sombreros blancos o con tonos rojizos. Todos estos hay que desecharlos porque son tóxicos”.

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