Corría 2008 cuando la crisis azotó con fuerza al sector en el que trabajaba el albedense Daniel García. Fue entonces cuando se dio cuenta de que en muchas áreas empresariales de La Rioja estaban dispuestos a contratar trabajadores que supiesen chino, por lo que se puso manos a la obra sin tener ningún conocimiento previo del idioma.
Después de más de quince años, ahora su academia trae por primera vez a la comunidad exámenes oficiales de chino y 44 personas se han examinado este sábado en el Centro Cultural Ibercaja de Logroño para conseguir un título oficial.
“Recuerdo que me apunté a una academia y el primer año no aprendí nada, pero el idioma y la cultura me engancharon”, recuerda. Cinco años después, ya con algo más de conocimiento, decidió irse a vivir a China y, para conseguir el visado, se matriculó en una universidad en la que poder conocer más a fondo el idioma.
Fue allí donde conoció a Yayun, su actual socia. Ella era profesora titulada por la Universidad de Pekín. Sólo dos años más tarde tuvo que regresar a La Rioja y Yayun decidió acompañarlo: “Ella quería seguir trabajando en la docencia, así que ese verano me puse a pegar carteles por Logroño para ofrecer clases de chino”.
En dos aulas alquiladas y con una veintena de alumnos comenzó el primer curso. Poco a poco fueron siendo más. En 2016 ya tenían cincuenta y, ademas, trabajaba como intérprete para los juzgados y para alguna bodega cuando llegaban clientes del país asiático.
“Con el crecimiento exponencial que estábamos teniendo decidimos irnos a una academia a pie de calle y llegamos a tener 130 alumnos antes de la pandemia”. Logró mantener a algunos mediante clases online cuando el Covid atacó fuerte y entonces vio la necesidad de poder traer exámenes oficiales a La Rioja. “Mucha de la gente que teníamos quería una titulación oficial y se veían obligados a acudir a Madrid, Bilbao o León a examinarse; creíamos que era necesario traer aquí los exámenes y que nuestros alumnos -pero también otros de comunidades cercanas- pudiesen examinarse en La Rioja”.
Después de los trámites para poder hacerlo, este sábado han celebrado su primer examen oficial. “Lo hacemos a través del Comité de Exámenes Oficiales que forma parte, de alguna manera, del gobierno chino”.
Cuatro niveles de dificultad para niños y seis niveles para adultos. “Es una lengua que parece muy complicada, pero los pictogramas son muy básicos porque casi no han cambiado en los siglos que tiene este idioma”.
Entre sus alumnos, destacan tres perfiles:”Por un lado tenemos a muchos niños que acuden como a cualquier otra extraescolar, a quienes enseñamos el idioma y la cultura china. Además tenemos adultos que quieren añadir el chino a su currículum y, por último, también hay emigrantes chinos que conocen el idioma pero apuntan a sus familiares para que aprendan bien a escribir y la gramática”.
