Para aquellos padres que no pueden permitirse el lujo de tomarse todo el verano de vacaciones, ni tienen a mano a abuelos a los que en ‘endosarles’ la conciliación familiar, las ludotecas municipales se antojan como una suerte de chaleco salvavidas: un lugar en el que sus ‘chiguitos’ aprenden, se entretienen y hacen amistades mientras los mayores van descontando letras a la hipoteca.
No es de extrañar, por tanto, que para muchos logroñeses el despertador haya sonado este viernes antes de lo previsto y a las puertas de estos centros se hayan formado ‘acampadas’ urbanas hasta las 9:30 horas, cuando han abierto sus puertas.
Porque este viernes salían a concurso, por estricto orden de llegada, las últimas plazas habilitadas por el Ayuntamiento durante el verano (del 26 de junio al 6 de septiembre) en los centros de La Oca, Canicas, Cucaña, Desván, Lobete, La Comba, El Escondite, La Peonza y El Trenecito. De las 2.478 plazas generales habilitadas para las familias, el 60 por ciento se adjudicaron en la primera fase del proceso y, por tanto, este viernes se habilitaban en torno a 700 plazas.
Así, echando mano de sillita de playa y mucha, mucha paciencia, al punto del alba se han ido concentrando a las puertas de las ludotecas padres, tíos y abuelos confiando en encontrar para sus hijos un plan para el verano.
“Un amigo me ha dicho que en La Peonza había gente guardando cola desde las cuatro de la mañana”, señala a NueveCuatroUno uno de esos logroñeses apostados ante la ludoteca, quien lamenta que “en pleno siglo XXI estemos así”. “Yo he llegado a las 7:40 horas y soy el séptimo en la fila”, añade, confiado en lograr una de esas codiciadas plazas para sus peques jueguen, aprendan y socialicen este verano.
