La Rioja

“Calles Abiertas, sí, y soluciones para no perder a nuestros clientes, también”

No todo el mundo está completamente a favor o completamente en contra de las Calles Abiertas. No siempre las cosas son o blancas o negras. Es lo que les pasa a muchos comerciantes de Logroño que entienden la necesidad de hacer más accesible y más verde la ciudad pero que también ven cómo se pueden seguir implementando medidas para no expulsar a los vecinos que llegan de otros municipios.

Es el caso de Rosana Calvo. Ella trabaja en un establecimiento del Casco Antiguo logroñés. “Quiero que quede claro que circulo por mi ciudad en bici pero que también soy conductora, también necesito el coche porque soy madre  y también soy hija de una persona mayor que necesita ir al médicos, que necesito acceder, a veces, a los sitios en coche y que necesitamos aparcamiento”.

Reconoce que “cuando un proyecto se pone sobre la mesa hay que darle forma y entiendo que no es fácil contentar a todos”. Por eso está segura de que “si adaptas la movilidad y los espacios de aparcamiento para personas que no pueden moverse en bici e incluso personas que no pueden caminar durante mucho tiempo el acierto está asegurado”. Gestionar posibles paradas en diferentes puntos de la ciudad, permitir entradas y salidas a según qué calles. “Si pensamos en esos ciudadanos vulnerables, nuestros mayores, personas enfermas, los pequeños y los muy pequeños, el resto podemos adaptarnos y de hecho lo hacemos”.

“Hemos vaciado el Casco Antiguo de gente de los pueblos”, asegura. “A esta gente le encanta el centro de Logroño y necesitamos que puedan acceder al centro de la ciudad sin ningún tipo de problemas porque los viernes y los sábados los aparcamientos del centro de la ciudad, que son muy pocos están llenos”. “Les encanta nuestra ciudad y nuestro comercio, no podemos  pensar sólo en el turista extranjero”.

Otro tema en el que cree que se podría mejorar es el asunto de los aparcamientos privados. “Hay que buscar alguna fórmula”, asegura. “No se pueden tener aparcamientos en la ciudad que te cobran ocho euros por tres horas, es un auténtico atraco”, comenta. “Dicen que en otros países cobran más, pero en este país no estamos al nivel económico de otros países, no podemos querer ser como las grandes ciudades europeas para unas cosas y para otras estar completamente atrasados”. Y para ella “eliminar a la gente del centro y enfocarlo sólo a la hostelería y al turista extranjero es un atraso”.

“Es cuestión de buscar fórmulas”. A ella se le ocurre una posible. “A lo mejor es cuestión de llegar a acuerdos con los aparcamientos privados para que puedan acoger los días laborables a todas esas personas que vienen de pueblos cercanos a realizar sus compras o servicios en en centro histórico de la ciudad”.

“Logroño a día de hoy no dispone de plan para acoger a toda la gente que necesita de nuestros servicios en en Casco Antiguo y el centro pero sí de un plan para acoger todo el turismo del mundo y más en su oferta hostelera”. “¿Queremos de verdad que proliferen las tiendas de souvenirs de la postal del Puente de Hierro y la típica sevillana que de riojana tiene poco? ¿Qué futuro espera a los espacios y profesionales del centro?”

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