Cultura y Sociedad

Una fresa y pelotas como moléculas de agua interactúan en un “Logroño vivo”

“Concéntrico facilita el desarrollo social e inclusivo de la ciudad”

Foto: Raquel Manzanares EFE

Sergio Jiménez Foronda.- Una fresa a gran escala con una puerta que se abre al interior; una fuente con muñecos hinchables acuáticos; y pelotas de yoga que simulan moléculas del agua en una piscina son algunas de las 21 instalaciones de arquitectura efímera que interactúan en Logroño, que muestran esta ciudad como “un organismo vivo, que permite estar en comunidad”.

Estas obras forman parte del XIX Festival Internacional de Arquitectura y Diseño de Logroño Concéntrico, en el que participan, hasta el próximo 2 de mayo, más de 60 profesionales de 15 países.

EFE/Raquel Manzanares

Uno de los ejes fundamentales de Concéntrico es que permite establecer códigos distintos de relación entre las instalaciones y las personas, lo que, a su vez, facilita que se pueda “cohesionar y ser mucho más inclusivo en el desarrollo social de Logroño”, ha indicado a EFE su director, Javier Peña, también organizador del festival, junto a la Fundación Cultural de los Arquitectos de La Rioja.

Prueba de ello es, por ejemplo, ‘Fresa’, de la arquitecta Oana Stănescu, que representa la forma de una fresa a gran escala, de la que surge una puerta que se abre al interior.

El papel de la microarquitectura

Este desarrollo social se puede observar en la aglomeración de adultos y niños que se produce en torno a la pieza ‘Fuente urbana’, del estudio de arquitectura Un Parell d’Arquitectes, consistente en un gran andamio que sostiene distintos muñecos hinchables acuáticos que funcionan como una fuente de agua.

EFE/Raquel Manzanares

Las altas temperaturas de estos días en la capital riojana han propiciado la curiosidad de los paseantes por esta pieza, sobre todo, de los más pequeños, hacia una intervención que “reivindica el papel de la microarquitectura como configuradora del espacio público y lugar de encuentro”.

Con estas palabras ha descrito ‘Fuente urbana’ uno de sus artífices, Eduard Callís, quien ha explicado que “uno de los elementos que más construyen espacio público son las fuentes, pero las fuentes no como las actuales, sino en el momento en el que, quizá, las casas no tenían agua, pero sí había fuentes”.

Antaño, las fuentes “eran el punto final de una red de captación distribución y llegada de agua a las ciudades y, por lo tanto, eran un símbolo de urbanidad”; así como “un lugar de encuentro porque la gente tenía que ir a buscar agua a la fuente, con lo que era uno de los espacios cotidianos en los que encontrarse”.

“Eran fuentes que, como símbolo de ese logro técnico, eran fastuosas y decoradas”, por lo que esta “Fuente urbana” está conformada por juguetes hinchables que han sido pintados de un llamativo color dorado, ha relatado el artífice de la pieza, ha relatado.

Un espacio abierto y lúdico

A unos metros de esta escultura se puede interactuar, pero de otra forma, con la obra ‘Camp, La Leçon de Rome’, del colectivo Os Espacialistas, configurada por cuatro habitáculos de pequeñas dimensiones y formas geográficas básicas.

Estas figuras, parecidas a tiendas de campaña, se encuentran alineadas unas junto a otras y permiten acceder a su interior monocromático, cada uno con distintos elementos para jugar.

Otra de las piezas que permite el acceso a su interior es ‘Piscina Urbana de Logroño (PUL)’, desarrollado por el estudio MEII y los arquitectos Clara Torregrosa y Gabriel Millán, que, en lugar de estar llena de agua, utiliza pelotas de yoga azules para simular las moléculas del agua.

Uno de los socios de MEII, José María Mateo, ha destacado que ‘PUL’ busca generar “un espacio abierto, lúdico y de libre apropiación dentro de una plaza, que era más de paso y con bancos que sirven para sentarte, pero no podías hacer mucho más”.

Esta “piscina urbana” la conforman 38 estructuras de madera, cada una de las cuales contiene 3 pelotas de yoga que, de forma conceptual, serían el agua y “lo bueno que tienen estas estructuras y depósitos es que se pueden ir vaciando o llenando según su uso”, ha explicado.

La instalación evoca distintas situaciones, como la piscina que “está llena y, cuando estás dentro de ella, es como una muralla que, de alguna forma, te aísla y libera del espacio exterior”.

Además, está la situación intermedia, en la que la piscina “se va vaciando y es más de juego y aleatoriedad” y, finalmente, la tercera, en la que “está totalmente llena de pelotas de yoga, que ocupan todo el espacio en planta de la instalación”.

“Ello hace que el movimiento de cada uno de los usuarios afecte un poco al otro porque son como las moléculas de agua que se van tocando las unas con las otras”, ha descrito.

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