Los cofrades llevan ya varias semanas rastreando cualquier previsión meteorológica para su semana más especial del año, aunque en esto de las meteorologías no son buenas consejeras y conviene tirar de paciencia para encontrar predicciones fiables.
Predicciones que, en cualquier caso, amenazan con deslucir el inicio de la Semana Santa con el peor enemigo posible de una cofradía: la lluvia. Dejando claro que los partes meteorológicos son susceptibles de cambio con una simple alteración de las isobaras, la Aemet augura que los paraguas permanecerán abiertos, al menos, el Domingo de Ramos y el Lunes Santo.
Procesión del Cautivo, el Lunes Santo en Logroño. | FOTO: Jaime Ocón.
La culpa la tiene un cambio de posición del anticiclón entre el sábado y el lunes, que provocará la entrada de un flujo de aire del norte que dará lugar a lluvias más persistentes en el Cantábrico oriental y el valle de Arán, pero con sus húmedos efectos dejándose notar en La Rioja.
De hecho, la Aemet da una probabilidad del 95 por ciento de lluvia para el Domingo de Ramos, que irá mermando hasta el 65 por ciento del Lunes Santo y el 20 por ciento el Martes Santo.
Echando la vista algo más allá del martes cabe significar que las previsiones pierden fiabilidad, si bien la Agencia Estatal de Meteorología destaca un aumento de la “incertidumbre”. Así las cosas, las cofradías riojanas seguirán mirando al cielo en busca de algún claro que les permita poner en la calle sus procesiones con la dignidad que merecen.
