Ha sido subir el termómetro por encima de 20 grados y recoger la bufanda y sacar la mula mecánica a pasear. De una semana a otra la tierra de las huertas riojanas ha aparecido labrada con sus surcos perfectamente marcados. Las temperaturas primaverales han acelerado el ciclo hortícola y con ello lo han hecho también las visitas de esos hortelanos, algunos más veteranos que otros, a los viveros.
En Varea, donde se encuentra el nicho de esta materia prima, Viveros Vivaria afronta una semana ajetreada con un ir y venir de clientes ansiosos por comenzar a poner ya sus primeras plantas. El buen tiempo ha despertado su interés y premura y los viveristas se preparan para afrontar este comienzo de la temporada de huerta de primavera que prevén que irrumpa con fuerza este fin de semana.
Lechugas, cebollas dulces y alubia verde son las plantas más habituales y demandas estos días, aunque siempre hay excepciones. “Hay quienes incluso se están atreviendo con los primeros calabacines, pepinos, tomates y pimiento, pero no lo aconsejamos aunque sea para invernaderos porque siempre puede venir una helada tardía como las que se conocen y que arrase todo”, apuntan desde Vivaria. Los tiempos, cuando se trata de la naturaleza, hay que cumplirlos.
Aunque las prisas avivan las llamas, todavía no ha comenzado “lo gordo de la campaña”, previsto para el mes de abril y hasta junio. Desde estos invernaderos de Varea aseguran que los meses de enero y febrero han sido más flojos que el mismo periodo del año anterior, mientras que en marzo de 2022 se vendió menos que ahora porque fue bastante lluvioso: “Eso sí, hasta el momento venimos apreciando que las ventas son ligeramente superiores a las del año pasado”.
La compra media de un cliente, indican, suele rondar entre las 12 plantas de lechuga, las 40 matas de cebolla y las diez de tomates, aproximadamente, pero luego están desde los que se llevan plantas sueltas a los que parecen que van a plantar para todo el pueblo. “Los hay incluso que son más hortelanos aficionados y te ponen alguna planta de tomate o fresas en el balcón de su casa, aunque estos casos son minoritarios porque es cierto que la planta no da tan buen resultado. Lo más habitual es ver a gente ya familiarizada con la horticultura, aunque cada vez más se ve a gente joven interesada”.
Y para sorpresa de muchos clientes que estos días visitan los invernaderos, el precio de las plantas no ha variado. “Al final nosotros mismos somos productores y en planta hortícola no hemos aplicado en ningún caso los costes que tenemos y por el momento no hay intención de hacerlo al menos en esta campaña. Sí hemos subido algún céntimo en las flores que llegan del sur o de Holanda y es probable que incrementemos en aquellas plantas de formato pequeño”, señalan. Así que el trasiego de macetas continúa por unos cuántos días más.
