Es probable que fuese construido durante el reinado de Alfonso VIII, entre finales del siglo XII y comienzos del XIII, para proteger Castilla de los ataques navarros a través del puente de San Vicente. Dos cosas son seguras: que no fue construido antes de 1177, ya que no figura en la lista de castillos fronterizos de la zona elaborada por Sancho VI, y que cuando CVNE puso sus ojos en él la situación del recinto estaba en una situación precaria.
El proyecto de recuperación del castillo de Davalillo está a punto de conseguir la licencia municipal para comenzar con su tercera y última fase. Una iniciativa, la de comprar la instalación a los herederos de Marqués de Riscal (antiguos propietarios del mismo), que inicialmente no estuvo exenta de polémica y que llevó al municipio de San Asensio, a siete kilómetros de la instalación, incluso a hacer un ‘referéndum’ para decidir el futuro de uno de los vestigios más importantes de la localidad.
La división del pueblo fue evidente. Mientras unos apostaban porque fuese el Consistorio quien se hiciese cargo del inmueble al ser una instalación declarada como Bien de Interés Cultural, otros lo hacían porque fuese CVNE, que ya había mostrado su interés en adquirir el edificio, la que se hiciese cargo del mismo para convertirlo en un proyecto enoturístico para la zona.
La edificación más representativa del municipio se sometía a votación. El alcalde de la localidad, Juan Francisco Blanco, explicaba entonces la importancia del excrutinio: “Es un asunto muy trascendente para nosotros y espero que el pueblo tome la mejor de las decisiones”. El edificio conocido como ‘sindicato del pueblo’ era el lugar donde se desarrollaba la votación, con los ediles del equipo de Gobierno como ‘observadores’.
Cuatro años después está a punto de firmar la licencia para que comiencen las últimas obras. “El proceso ha sido muy largo por toda la burocracia que lleva, pero en el municipio estamos deseosos que que terminen para poder disfrutar de él y de los turistas que lleguen a la localidad. Lo importante es que el Bien de Interés Cultural va a perdurar”.
Y es que, finalmente, San Asensio habló. No se ejercería su derecho de retracto y confiaba la rehabilitación y consolidación del castillo a CVNE. De los 711 votos depositados, 384 eran partidarios de no ejercerlo mientras 319 dejaban su papeleta con el ‘sí’.
Desde entonces, se han llevado a cabo las dos primeras fases del proyecto. La primera supuso la creación de una pista de acceso que permitiera el acceso al castillo y su entorno con los medios auxiliares necesarios para las intervenciones de análisis de la ruina y posterior rehabilitación de la misma. La segunda fue la consolidación de la cerca perimetral del castillo. Se llevaron a cabo una serie de importantes reformas que afectaron a elementos estructurales y que cambiaron la fisonomía de algunas partes del interior del castillo.
Esta tercera fase podría comenzar, si CVNE así lo cree conveniente, tras conseguir la licencia municipal, después de que se cumplan los 20 días de rigor que marca el BOR. En ella, la que más va a cambiar parte de la fisonomía de la instalación, se actuará sobre los exteriores, el patio de armas, la entrada al castillo y sobre los lienzos y torres. También se va a mejorar la Torre del Homenaje, las almenas, el Paseo de Ronda, las escaleras y la terraza.
Además se van a crear dos nuevos edificios. El primero a modo de recepción para visitantes en la ladera sur inferior, en la explanada de inicio de la pista de acceso. Un cubo con fachada de piedra bastarda y mortero de cal coloreado con una abertura en carpintería de madera natural que se incrusta en el terreno de la ladera con cubierta vegetal integrándose con el paisaje.
Por otro lado, en mitad del recorrido de la pista, en un nivel inferior a ésta cuya topografía permite semienterrar el edificio, se ubicará un Centro de Interpretación. Dos cubos asomarán desde la ladera con cubiertas ajardinadas mirando al valle del río.
Con fachada de piedra bastarda con mortero de cal coloreado, ventanales con carpintería de madera natural y correderas exteriores, dentro se construirán tres salas: dos polivalentes para interpretación del castillo y del vino y un calado con barricas para mostrar la elaboración del vino. Un edificio que aunará el mundo del vino con el castillo para el conocimiento de sus visitantes.
