La Rioja

Los padres de Álex sufrirán secuelas permanentes durante “toda la vida”

Los padres de Álex, el niño de 9 años asesinado tras una agresión sexual en Lardero, sufrirán secuelas permanentes toda la vida, él por tener un duelo congelado y ella un duelo patológico cronificado, con una sintomatología depresiva que no tiene evolución y está empeorando, han afirmado este viernes las psicólogas que los tratan.

La Audiencia Provincial de Logroño celebra la quinta sesión del juicio con tribunal popular contra Francisco Javier Almeida, por unos hechos ocurridos el 28 de octubre de 2021, cuando presuntamente raptó, asesinó y agredió sexualmente al menor, quien jugaba en un parque de Lardero.

En la vista han testificado cinco psicólogas y un criminólogo y también se han reproducido las grabaciones de las declaraciones del vecino de Almeida que le sorprendió con el niño en brazos, ya sin vida; y de un niño y una niña que estaban en el parque ese día.

Las dos psicólogas del equipo de respuesta inmediata de emergencias de SOS Rioja y Cruz Roja, que atendieron a los padres cuando apareció el cadáver y los siguen tratando en la actualidad, han relatado que encontraron a ambos “completamente en shock”, con la madre abrazada al cuerpo de Álex y al padre “ausente”, al lado de las escaleras del portal del acusado.

FOTO: EFE/Fernando Díaz.

La madre sufre un fuerte dolor emocional, a nivel psicológico, social, familiar y laboral; con síntomas de rexperimentación continuos, pesadillas diarias, sintomatología depresiva, llanto, incapacidad para realizar su actividad diaria, miedo, inseguridad y ansiedad, han explicado.

Por su parte, su marido tiene el duelo congelado y, desde ese día, es incapaz de enfrentarse a situaciones que le recuerdan experiencias que haya vivido con su hijo y rechaza todo lo relacionado con aquella noche y con la muerte de Álex porque “no lo acepta”.

El hermano del menor

La psicóloga que trata al hermano pequeño de Álex, que tenía 7 años cuando ocurrió el crimen, ha indicado que padece un trastorno de estrés postraumático, no puede mantener un sueño conciliador, tiene dificultades para dormir y labilidad emocional, con mucha inestabilidad en sus estados de ánimo.

Estas alteraciones emocionales, al tener un cerebro en desarrollo, le han provocado secuelas a nivel cognitivo, con repercusión en el colegio, donde presenta más dificultades para concentrarse, memorizar y falta de motivación, tanto en el aula como en su día a día.

“Repite conductas de su hermano, le echa mucho en falta porque estaban superunidos. Álex era su héroe. Ahora tiene la idea obsesiva de ser policía para proteger a otros niños y que no les pase lo mismo que a su hermano”, ha indicado muy emocionada, entre lágrimas, su terapeuta.

A su juicio profesional, el niño siempre será una persona con una desadaptación, igual que sus padres.

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