Elisa Elías es especialista en Enfermería Pediátrica y máster en Ciencias de la Enfermería por la Universitat Jaume I de Castellón. Actualmente, trabaja en Consultas Externas del Hospital San Pedro y desde abril de 2021 es la presidenta del Colegio de Enfermería de La Rioja. Este organismo, explica su máxima dirigente, cuenta en la actualidad con más de 2.000 asociados.
Elías empieza la conversación en el BAR de forma contundente con una frase de un compañero que siempre repite de forma recurrente porque le gusta mucho: “Nuestra misión es apoyar, guiar, acompañar, proteger y, sobre todo, cuidar. Cuidar, profesionalmente. Porque cuidar profesionalmente es un arte y no, no somos ángeles de la guarda cualquiera. Somos enfermeras”.
“La pandemia nos ha etiquetado de una manera un poco limitada en el sentido de heroínas y ángeles de la guarda. Nuestro trabajo ha sido el que siempre hemos tenido en mente y para el que nos ha formado la universidad: cuidar de nuestros usuarios, nuestros pacientes, nuestros ciudadanos y nuestra comunidad. No hemos hecho nada del otro mundo. En una situación como esa teníamos que hacerlo y lo llevábamos haciendo mucho tiempo. Lo que pasa es que entonces se nos vio más”, añade.
Hace unos días, en prensa aparecía un titular en el que se aseguraba que más de 500 profesionales de Enfermería han pedido la prejubilación anticipada en La Rioja. Cansancio y precariedad en la gestión. Sólo en el mes de diciembre se jubilaron unas 70 enfermeras y el Colegio de Enfermería habla de una “impresionante desbandada”. ¿Qué es lo que pasa? “Aquí sumamos dos cosas. Una que es esta desbandada con respecto a las jubilaciones y otra que es el no relevo generacional”.
Respecto a las jubilaciones de diciembre, Elías detalla que estas setenta enfermeras “cumplían” con 63 años las condiciones para jubilarse y no alargar su vida laboral hasta más de los 65 años. “Estamos hablando de enfermeros y enfermeras de 63 años a los que si les tienes que hablar de turnicidad, pues no te quiero ni contar. De hacer noches no quieren ni oír hablar. Pero lo mismo que ellos cualquier profesional que tenga que trabajar a turnos en esas edades. Por otro lado hay tristeza laboral. Yo nunca había oído que tanta enfermera quisiera jubilarse porque sobre todo partimos de una profesión vocacional”.
¿Se van a marchar entonces medio millar de profesionales de golpe del SERIS? Elías lanza un mensaje de tranquilidad al respecto, aunque también indica que la solución al conflicto no es fácil porque no se puede tirar de estudiantes y los cambios deben ser más profundos en el sector tanto educativo como sanitario. “Esas jubilaciones que están reivindicando, y que están muy bien movilizadas sobre todo por el Sindicato de Enfermería SATSE, tienen que ver con que una persona tiene que cumplir unos requisitos. No va a ser ahora: ‘Venga, yo tengo 60 y soy jubilada’. No. Hay que tener 30 años trabajados en el servicio, haber cumplido los años que requiere la Seguridad Social y luego también se habla de crear un fondo en el cual habrá que ir introduciendo dinero para conseguir pagar esas pensiones”.
El colapso de Urgencias
Y si pensamos en enfermeras y en Urgencias, a la mente siempre nos viene la imagen del colapso. Salas de espera abarrotadas en cuanto los virus respiratorios se apoderan de nuestras cabezas, gargantas y pechos. La fiesta de los mocos. ¿Por qué ocurre esto cada año si ya sabemos que va a pasar? La presidenta del Colegio de Enfermería señala que los dirigentes, en ocasiones, “van trabajando un poco a salto de mata”, por lo que sólo planifican recursos que necesitan de forma inmediata.
“La inmediatez, en estas cosas, yo creo que es muy mala”, apunta, poniendo el acento en que hay que organizar no solo los recursos humanos sino los recursos económicos. “En el caso del Servicio Riojano de Salud (SERIS), hay una serie de servicios que a nuestros políticos les interesan más porque son listas de espera quirúrgicas o mala prensa para su campaña electoral que no se han visto afectados. De ese tipo de asistencia sí que se tenía que haberse prescindido de ella para atender más a la gente que estaba en urgencias”.
Además, un mensaje para el paciente riojano, al que en ocasiones se ‘abronca’ por acudir al Hospital San Pedro. “Hay que dejar de culpar a nuestros pacientes de que vayan a urgencias. Lo siento mucho, pero yo no puedo decirle a un señor, si se encuentra mal, si está malito y si tiene además miedo porque cada vez se encuentra peor, que no vaya a urgencias y que vaya al centro de salud, donde le van a dar cita en 15 días o donde no le va a haber nadie en ese momento. Es lógico que la gente vaya a urgencias cuando está enferma. No creo que vayan allí a echar la partida al mus”.
