Gastronomía

‘Parada y Fonda’: cinco décadas viviendo entre tigres

Martín no es domador, aunque la complicada tarea de estar al otro lado de la barra te faculta en esta labor. Porque no es sencillo estar cinco décadas, cincuenta años, toda una vida, al frente de un bar que pasará el próximo sábado 25 de febrero a la historia de los no muchos garitos riojanos que forman parte del patrimonio cultural de una región. Martín no es domador pero se ha pegado toda una vida laboral rodeado de tigres.

Martín prepara, tras 52 años, una de las últimas remesas de tigres.

Cierra el 5 Pesos, ese amplio local situado en República Argentina, que todo logroñés ha visitado al menos una vez en su vida. Martín sigue con su rutina, a pesar de que anda ya celebrando que su carrera acaba en pocos días. Son las dos de la tarde, y Martín doma tigres en una esquina de su barra. Va y viene mientras atiende a clientes habituales, reboza tigres en pan rayado sin dejar de prestar atención a la freidora que en la cocina andará también con ganas de jubilarse. “¿Y ahora dónde nos vamos a comer el tigre?”, le pregunta una clienta habitual. Martín sonríe. Lo hace con orgullo, porque sabe que sus tigres han hecho historia. “Igual en unos meses sí lo traspaso y doy la receta, pero de momento no”. Martín está preparado para cerrar el local, pero no para entregar las llaves del local familiar a alguien que no sea de la familia. Porque el 5 Pesos lo montó su padre y siempre lo ha llevado alguno de los cuatro hermanos: los cinco Pesos.

Martín se jubila tras más de cincuenta años en el 5 Pesos. “Llevo 52 años cotizados”, explica con orgullo. Tiene setenta años. Se podría haber jubilado hace ya unos años, pero su vida ha sido siempre el 5 Pesos, lugar de peregrinaje obligatorio para todos aquellos amantes del tigre, ese mejillón picado, a medio camino de una croqueta, pero que se presenta con su concha y que siempre debe tener un punto picante. Pocos en Logroño como éste. Es el sabor de la tradición, con ese punto nostálgico de infancias vividas por el centro de Logroño.

En el 5 Pesos han estado cinco décadas perfeccionando esta receta. La bordan. Obviamente le tienen el punto cogido. Son 52 años preparando única y exclusivamente esta receta. Así lo decidió Faustino, padre de la saga de los Pesos, que abrió este local el 7 de julio de 1970. Poco ha cambiado desde entonces este local. Sigue manteniendo su esencia, y así cerrará sus puertas en diez días. Se ha mantenido fiel pese a los cambios extremos vividos en España, La Rioja, Logroño y en la calle República Argentina durante este medio siglo. Todo ha cambiado, salvo el 5 Pesos.

Evaristo, Chente, Tino y Martín recogieron el testigo que les entregó su padre, y será el menor, Martín, el que finalmente tome una decisión que lleva retrasando mucho tiempo. Seguía teniendo fuerzas, incluso para sortear una pandemia. A sus setenta años cerrará en local muy logroñés en diez días, una parada y fonda clara durante este último fin de semana en el que el 5 Pesos estará abierto. “Ahora me toca descansar”, pero ya está listo para freír por última vez los tigres que sean necesarios. Le dejamos rebozando una nueva remesa. Aunque nos lanza desde la distancia un último mensaje: “A la gente le sigue encantando el tigre. En Navidad, en los dos fines de semana servimos 6.000 tigres. Fue una locura”. Martín ama lo que ha hecho durante toda su vida.

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