La Rioja

‘Volver a casa’: “Hay unos seiscientos riojanos asesinados sin enterrar”

El libro ‘Volver a Casa’, editado por el Observatorio de Derechos Humanos del Gobierno de La Rioja, ha constatado que hay unos seiscientos riojanos que fueron asesinados tras la guerra civil de los que se desconoce su emplazamiento concreto, con lo que no han podido ser enterrados adecuadamente por sus familias.

Así lo ha detallado a EFE el coordinador de la obra, Carlos Muntión, en la que durante un año ha trabajado un equipo formado por Tomás Llanos Justa, José María Lander Fernández, Emilio Barco y Jesús Vicente Aguirre.

En este trabajo han repasado las primeras exhumaciones llevadas a cabo en los años 70 con muy pocos medios, hasta las realizadas en la actualidad con una tecnología mucho más avanzada. Así, en el trabajo recopilan con nombres, apellidos y, en muchos casos, fotografías, a los 450 riojanos que fueron exhumados en esos procesos.

A esos 450 riojanos se suman los cuatrocientos de los que se conoce su identidad y emplazamiento, en el Cementerio Civil de La Barranca; y se sabe, ha detallado Muntión, que en el cementerio de Logroño, en una fosa común, habría otros tantos. Además se calcula que otro centenar de riojanos fallecieron en campos de concentración y cárceles franquistas.

Así, de los más de 2.000 asesinados que se calcula hubo tras la Guerra Civil y hasta 1939, quedaría por conocer dónde están unos seiscientos, “muchos de los cuales se cree que están junto a tapias, en cunetas o en cementerios, en fosas sobre las que se hicieron luego panteones”, ha detallado Muntión.

Por eso “hay mucho por hacer, si hay ganas”, ha subrayado Muntión, que ha incidido en cómo los primeros procesos de exhumación “fueron tremendos” porque dependían solo de las familias y no tenían ningún apoyo de las autoridades.

En La Rioja, en memoria de esos asesinados que no han sido exhumados, hay placas conmemorativas en 13 cementerios municipales. “Hemos intentado hacer un ejercicio de reparación a las víctimas, con sus nombres, apellidos y fotografías, en los casos que se ha podido”, ha destacado Muntión, que también ha recalcado que han tratado de “dejar una prueba escrita del esfuerzo que hicieron muchas familias” poco después de acabar el franquismo.

La represión del primer franquismo en La Rioja “ya está documentada” y “aquí hemos tratado de hablar de la exhumación, algo de lo que hay muy pocos documentos”.

Del resto, de esos seiscientos asesinados que queda por encontrar, “no sabremos nada si no se implica la administración”, ha considerado Muntión, que cree que en pleno siglo XXI “no deberían ser solo las familias las que se implican en este trabajo” y “las administraciones deberían implicarse en saber dónde hay más fosas”.

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