Entrevista

Alberto Peso: “El Gobierno de Andreu ha sido un freno para Fuenmayor”

Alberto Peso, alcalde de Fuenmayor, aún está barajando la posibilidad de volver a presentarse a las elecciones municipales. La decisión dependerá de encontrar a alguien que pueda coger el relevo en el PP de la localidad. Con un 90 por ciento de ejecución de su programa, el balance de la legislatura es positivo, a pesar de la pandemia y “el Gobierno de Andreu”.

– ¿Se presentará Alberto Peso a las próximas elecciones municipales?

– Pues estamos pensándolo. Si eres un alcalde vocacional que ganas cero euros, ser alcalde de tu pueblo, que es la experiencia más bonita que existe, es para hacerlo como una experiencia unos años. No puedes alargarlo mucho en el tiempo. Ha sido una legislatura muy compleja: Pedro Sánchez tomaba las decisiones de la pandemia pero luego eras tú el que tenía que poner la cara con los vecinos. Concha Andreu decidía cerrar los bares y luego eras tú el que te ‘comías’ el cabreo general del ciudadano. No digo que fuesen decisiones mal tomadas, pero éramos los alcaldes los que poníamos la cara.

– ¿De qué dependerá la decisión?

– Pues para ser sincero de que encontremos a alguien que quiera seguir. Así que si encontramos a alguien seguro que no sigo y si no… ya veremos.

– ¿Es complicado encontrar a alguien?

– La gente quiera entrar en política para cobrar un sueldo y en un ayuntamiento como el de Fuenmayor no es necesario. Nunca he entendido la política así. Hay poca gente que quiera entrar sólo por hacer cosas por su municipio, así que sí, es complicado.

– ¿Cómo ha sido esta última legislatura?

– El COVID lo ha marcado todo. Aunque estábamos abiertos se paralizaron muchas cosas porque sólo se pensaba en la pandemia. En muchas ocasiones no nos podíamos ni reunir con las asociaciones. Tuvimos que tomar decisiones a ciegas, nadie sabía nada y lo pasamos mal. Aún así vamos a cumplir el 90 por ciento del programa. Es verdad que no teníamos proyectos faraónicos, porque siempre hemos preferido hacer muchas obras pequeñas, pero dando cabida y cubriendo a todo el sector de población.

– El centro de Salud ha sido una de ellas.

– Hemos reformado el centro de salud aunque nos hubiera gustado haber construido un nuevo consultorio porque el que tenemos está muy antiguo. Lo que hemos buscado sobre todo ha sido potenciar las actividades culturales, que no sólo haya que esperar a fiestas para que haya algo en Fuenmayor. También ha habido inversiones importantes en deportes y hemos intentado colaborar al máximo con las asociaciones. Como dice la gente joven: ahora Fuenmayor está de moda. Se ha potenciado mucho que sea un pueblo vivo

– ¿Y eso cómo se consigue?

– Tenemos la suerte de que hay mucha gente joven y hemos sido receptivos para que la gente no vea el ayuntamiento como algo lejano. El clima político es muy bueno y eso hace que el municipio no esté crispado y participe. Esto ahora es una balsa de aceite y no como antaño que estaban siempre a la gresca.

– ¿Cómo se consigue ese buen clima político?

– Ya en esta legislatura se le ofreció a los dos partidos de la oposición tener una concejalía y si nos volvemos a presentar se les volverá a ofrecer, aunque hace cuatro años no la quisieran. Nosotros gobernamos con Izquierda Unida, creemos que la política municipal debe ser así. Para arreglar una farola no hace falta ideología.

– ¿Qué la ha pedido a los Reyes Magos para Fuenmayor?

– La prioridad es arreglar el ayuntamiento o hacer uno nuevo. Donde estamos no reúne las condiciones. Tenemos encima el archivo municipal que el día menos pensado se nos cae encima. Hay que hacer una reforma integral o comprar otro edificio para convertirlo en ayuntamiento porque sí no se puede trabajar. Pero solos no podemos y parece que el Gobierno de La Rioja no tiene la intención.

– ¿Turísticamente cómo se encuentra Fuenmayor?

– Hemos avanzado mucho, hemos creado el kilómetro cero de Rioja, porque aquí el potencial es la viña. Hay que recordar que la primera reunión del Consejo Regulador fue aquí. Además, se ha hecho una inversión en cuatro años que no se había hecho en los últimos veinte. Se ha señalizado el Camino Ignaciano que no lo estaba y que en el País Vasco lo tenían como un tesoro. Había cuatro piedras y ahora hay tres puntos de sellado de credenciales, le hemos dado una vuelta porque creíamos que era importante y se está notando en la llegada de turistas. Todos los edificios emblemáticos tienen códigos QR para conocer la historia. Además llevamos la información del municipio al minuto. La gente que vive dentro y fuera lo agradece mucho.

– ¿Cuál es el mayor potencial del municipio?

– Sin lugar a dudas su gente y su gastronomía. Da igual donde vayas, la gente sabe que en Fuenmayor se come bien. En un municipio con poco más de tres mil habitantes tienes una veintena de restaurantes de muy buena calidad y eso está muy bien valorado tanto dentro como fuera del municipio.

– ¿Y su mayor problema?

– Pues siguen siendo las piscinas. Es un pozo sin fondo y ahora con la crisis energética más. Se hizo una obra faraónica y ahora nos cuesta muchísimo mantenerla. Un problema heredado que nos está dando muchos quebraderos de cabeza.

– Industrialmente, ¿cómo está Fuenmayor?

– Se echa de menos la Zanussi, Fuenmayor vivía de ella, y aunque no hay problemas de paro importantes, se nota. Además aquí se hicieron mal los deberes en anteriores legislaturas. El polígono de Navarrete debería haber sido compartido entre los dos municipios, pero se compró terreno en otra ubicación que no está sirviendo de nada, y ahora no hay donde construir empresas.

– Algunos ayuntamientos se quejan de que Andreu no ha repartido igual entre unos y otros.

– Es que si el COVID paralizó la actividad de Fuenmayor, el Gobierno de Andreu ha sido otro freno para el pueblo. Hasta el dinero que se prometió para los destrozos por las tormentas tardó más de año y medio en llegar. Y mientras tanto los vecinos enfadados y el ayuntamiento tirando del carro con las reformas porque el pueblo no se podía quedar como lo dejó la tormenta.

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